El Ayuntamiento de Leganés ha decidido permitir la transformación de los locales comerciales vacíos existentes en el pueblo en viviendas. Se trata, en realidad, de adecuarse desde el punto de vista administrativo a una realidad existente desde hace años en el municipio.

La creciente cantidad de locales vacíos producto de la crisis del 2008 a partir de la cual el número de pequeñas tiendas y negocios que debieron cerrar fue enorme había hecho, al menos de un par de años a esta parte, que numerosos propietarios de locales vacíos solicitaran permisos a sus respectivas comunidades de vecinos para convertir esos locales en viviendas revirtiendo así lo que se hizo en las décadas entre 1970 y 1990, en las que numerosas viviendas establecidas en bajos se convirtieron en locales comerciales donde se establecieron pequeños negocios que sirvieron para dar vida a la ciudad y permitieron el mantenimiento e incluso el progreso de muchas familias.

Después vino la época del boom inmobiliario en la que los locales comerciales empezaron a pensarse y diseñarse como parte de los nuevos edificios y subieron sus precios como la espuma. Ser propietario de un par de locales en un edificio nuevo era un negocio para toda la vida.

Después vino el crack del 2008 y los locales se vaciaron y cayeron de valor vertiginosamente cambiando el paisaje ciudadano de Leganés, donde en la actualidad la visión de locales abandonados desde hace años que albergaron en tiempos oficinas bancarias, tiendas de moda o bares concurridos es habitual y tristemente familiar.

El incremento de ese panorama desolador es lo que denuncia Unidas Podemos ante la nueva medida del equipo de gobierno PSOE Ciudadanos que, según Podemos, es el tiro de gracia a un comercio local que lleva en decadencia más de diez años en favor de una explosión de grandes centros comerciales que en la actualidad rodea todo el municipio.

Es imposible salir de Leganés, por cualquiera de las carreteras que comunican la ciudad sin encontrarse con los frecuentes atascos que provoca el masivo acceso a los gigantescos centros comerciales y de ocio.

Para Unidas Podemos este tipo de establecimientos será el gran beneficiado de la nueva regulación municipal porque los vecinos, ante la falta de comercios de proximidad se verán obligados a acudir a comprar a las grandes superficies.

Unidas podemos denuncia también que con la normativa aprobada recientemente empezaran a existir viviendas de solo treinta metros cuadrados en Leganés. El precio que tendrán no está aún evaluado.

Según el texto aprobado las viviendas habrán de contar como mínimo con un baño completo, una cocina, una habitación doble o dos sencillas y un comedor.

El peligro de la infravivienda en edificios comunitarios y en calles sin vida por la falta de comercios está a la vuelta de la esquina según la coalición de izquierdas.

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