Las penas saben nadar, del premio nacional cubano Abelardo Estorino, es ya un clásico de la literatura dramática que habla del amor, el desamor, la ingratitud filial y cómo enfrentarse al trabajo, ese trabajo tan necesario para ganarse la vida y para superar los propios traumas.
En este caso, el trabajo de la actriz que ha de interpretar un monólogo del tipo de La voz humana, que ha de ponerse estupenda en ese papel que tan bien domina, pero que no puede evitar que sus propios problemas afloren apoderándose de la escena.
Y mira que lo intenta, la cerveza es su arma y su amuleto, pero solo a duras penas logra sobreponerse e «interpretar» uniendo su voz personal a la del personaje.
Hace veinte años tuve la suerte de ver a esta misma actriz, Maty Gómez, interpretar el papel de Greta, la protagonista de Las penas saben nadar, esa mujer curtida en los escenarios y en la vida que quiere ahogar sus penas en alcohol sin conseguirlo. Porque, como dice el título de la función, las penas saben nadar. Y de ahí el drama que se vive en escena y de ahí también el melodrama, ya que la obra no está exenta de toques de humor hilarante y gratificante.
Porque Maty Gómez, quien ya era grande hace veinte años, no ha hecho más que mejorar: ha trabajado en teatro, ha hecho zarzuela, ha participado y participa en series y hasta tuvo un papel en El buen patrón, la película que nos llevó a los Oscar este año.
Por todo lo cual esta obra, que ofrece un retrato agridulce de la vida entre tragos, es la ideal para que ella despliegue su mejor hacer. Así es.
- Título: Las penas saben nadar
- Actuación y producción: Maty Gómez
- Autor: Abelardo Estorino
- Dirección: José Fuentefría y Naranjo García
- Vestuario: Gabriel Besa
- Diseño: Agustín Gascón
- Video: David Hidalgo
- Fotografía: Fernando López
- Funciones: Todos los miércoles de julio y agosto a las 22:00 horas
- Fecha de la función comentada: miércoles 3 de agosto 2022
- Espacio: Teatro Lara
