Las mujeres artistas de Peggy Guggenheim

Llega a Madrid «31 Mujeres artistas», la mítica exposición que Peggy Guggenheim inauguró en su galería de Nueva York en 1943

Peggy Guggenheim tuvo la suerte de heredar la fortuna de una familia de magnates, aunque su vida no fue todo lo feliz que se le supone a los millonarios.

Para empezar, su padre, Benjamin Guggenheim, murió ahogado en el naufragio del Titanic. Se cuenta que renunció al bote salvavidas para acomodar a su amante francesa, con la que viajaba, y regresó al camarote con el mayordomo para vestirse de frac y disponerse a «hundirnos como caballeros».

La madre de Peggy, Florette Seligman, enloqueció después de aquella tragedia. Ambos eran judíos de origen europeo, holandés y alemana, establecidos en los Estados Unidos.

Peggy viajó a Francia en 1920 y vivió en Montparnasse, el barrio de la bohemia parisina de aquellos años. De vuelta a Nueva York para asistir a la boda de su hermana, se casó con Laurence Vail, guapo, apuesto y rico, a quien conoció en aquella boda.

Durante el viaje de luna de miel Laurence le presentó en Capri a Mary Reynolds, una antigua novia, amiga del artista Marcel Duchamp y de la escritora Djuna Barnes.

No tuvo suerte con su marido, infiel y maltratador, pero la relación con Duchamp fue decisiva para el futuro de Peggy. Fue él quien la puso en contacto con los artistas de las vanguardias de aquellos años, empezando por Tristan Tzara, creador del dadaísmo.

Con su hijo Cedric Sindbad Vail, del que no se separaba nunca, Peggy viajó a Normandía para conocer al escritor James Joyce, quien vivía allí con su esposa Nora, y al fotógrafo surrealista Man Ray, quien la retrató vestida con un modelo de Paul Poiret.

Fue otro acontecimiento doloroso que después de la separación tuviera que cederle la custodia de aquel hijo a Laurence, mientras ella asumía la de su hija Pegee Vail Guggenheim, con quien tuvo una relación tormentosa.

Se trasladó a Inglaterra acompañada de su nueva pareja, el escritor John Holmes, el gran amor de su vida. Se establecieron primero en Devon y más tarde en Londres. En su casa acogieron a Djuna Barnes para que terminase su novela «El bosque de la noche». Otro golpe fatal: Holmes murió de un infarto en 1934.

Con la herencia de su madre y apoyada por Marcel Duchamp, fundó en Londres su primera galería de arte, la Guggeheim June, que se inauguró con una exposición de Jean Cocteau, un artista que Isadora Duncan le había presentado en París.

El escaso éxito la animó a comprar ella misma algunos cuadros que no se habían vendido y ese fue el origen de una colección que con los años se iba a convertir en una de las más valiosas de la historia del arte.

La galería acogió luego a Kandinsky, Yves Tanguy, Max Ernst, Calder, Braque, Magritte, Jean Arp… poco conocidos entonces, que cosecharon fracaso tras fracaso. Ella siguió comprando los cuadros de aquellos artistas fracasados. Fue en esta época cuando conoció a Samuel Beckett, con quien vivió un intenso romance.

El poco éxito de la galería londinense la decidió a volver a París con la intención de fundar un museo de arte moderno con las obras que había acumulado. Allí la sorprendió la guerra mundial y ella vio en aquella situación una oportunidad para seguir aumentando su colección.

Tenía mucho dinero y los artistas tenían necesidades. Compraba obras sin medida (una cada día, dice en sus memorias) en un mercado paralizado por la contienda: Dalí, Piet Mondrian, Francis Picabia, Miró, Picasso… Cuando los alemanes estaban a las puertas de París se refugió en Grenoble, escondiendo su valiosa colección en los corrales de la granja de un amigo.

Allí la buscó Max Ernst, fugado de un campo de concentración, para que lo ayudase a abandonar el país. Juntos huyeron a Nueva York, donde se casaron.

En la última planta de un edificio de Manhattan abrieron la galería The Art of This Century, con varias salas diseñadas por el arquitecto Frederick Kiesler, con la intención de acoger la obra de los artistas rechazados por el stablisment, entre ellos Jackson Pollock, su gran descubrimiento. Fue en esta galería donde organizó la exposición «The Exhibition By 31 Women» en 1943.

La exposición

Esta misma exposición puede verse ahora en la Fundación Mapfre en Madrid. Se trata de la obra de 31 mujeres europeas y norteamericanas vinculadas a los movimientos vanguardistas de la época, fundamentalmente el surrealismo y la abstracción, muchas de ellas artistas emergentes cuya obra está hoy considerada de gran valor: Leonora Carrington, Frida Kahlo, Dorotea Tanning, María Helena Vieira da Silva.

Fue una operación para reivindicar la labor de las mujeres en el mundo del arte, relegada a un papel secundario a pesar de la producción que ya entonces venían generando muchas artistas.

Para la selección de las obras, con Peggy Guggenheim colaboraron Marcel Duchamp, Max Ernst y André Breton. Los cuadros de aquella exposición original permanecen en la «31 Women Collection», creada por la coleccionista norteamericana Jenna Segal, quien las ha prestado a la Fundación Mapfre para esta exposición.

Junto a ellos se pueden ver aquí fotografías de todas las artistas con libros y publicaciones periódicas que contextualizan el ambiente artístico de la época. La exposición se cierra con un esquema de las relaciones profesionales y personales entre Peggy Guggenheim y las 31 artistas.

Final de etapa

El éxito de The Art of This Century arrastró a Peggy Guggenheim a una vida de excesos, con fiestas salvajes en las que corrían el alcohol, las drogas y el sexo, a las que acudían escritores, poetas, músicos y artistas de las vanguardias del momento. Peggy y Max Ernst se separaron.

Otro golpe fue para ella, en 1967, la muerte en París de su hija Pegee en extrañas circunstancias. La encontró muerta su marido en el estudio en el que pintaba y esculpía (uno de sus cuadros también estaba en la exposición «31 Women»). Era alcohólica, adicta a algunos fármacos y había intentado suicidarse varias veces. Peggy recibió la noticia en México, de viaje.

De nuevo en Europa, Peggy Guggenheim compró en Venecia el Palazzo Venier dei Leoni, un edificio inacabado del siglo dieciocho, donde recibía a sus amigos: Truman Capote, Giacometti, Malraux, Gore Vidal, Yoko Ono. Vivió allí con sus sirvientes y sus perros y allí instaló su colección de arte, que abría al público tres tardes por semana.

Peggy Guggenheim murió la víspera de la Nochebuena de 1979 en Padua a los 81 años y su tumba está rodeada por las de sus perros en el jardín de aquel Palazzo, que sigue albergando su museo, que ahora dirige Karol Veil, una de sus nietas.

  • TÍTULO. 31 Mujeres. Una exposición de Peggy Guggenheim
  • LUGAR. Fundación Mapfre. Madrid
  • FECHAS. Hasta el 5 de enero de 2025
Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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