El Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) alertan de que las criptomonedas son una apuesta «de alto riesgo» por su «extrema volatilidad, complejidad y falta de transparencia» y han recordado que no existen mecanismos que garanticen la protección al cliente.
Este es el pronunciamiento que ambos organismos han hecho un día después de que Tesla anunciase una inversión de 1500 millones de dólares (1247 millones de euros, según el cambio actual) en Bitcoin, una operación que catapultó un 12 por ciento la cotización de esta criptomoneda, que alcanzó sus niveles máximos en el trading de bitcoin.
El Banco de España y la CNMV han reconocido que las criptomonedas pueden ser «elementos que dinamicen y modernicen el sistema financiero en los próximos años», pero han recordado que la Unión Europea aún no cuenta con un marco regulatorio que «proporcione garantías y protección similares a las aplicables a los productos financieros».
En la actualidad, los organismos europeos trabajan en la elaboración de un reglamento (conocido como MiCA) que establezca un marco normativo que regule la emisión de criptoactivos y los proveedores de servicios sobre productos, como la plataforma bitiq.
El comunicado divulgado por estos organismos este martes 9 de febrero de 2021 recuerda que, desde el punto de vista legal, las criptomonedas no están consideradas como un modo de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central y no están cubiertas por ningún mecanismo de protección al cliente, como puede ser el Fondo de Garantía de Depósitos.
En este sentido, el Banco de España y la CNMV han señalado que se estima que hay más de siete mil criptomonedas en el mercado con características similares a las del Bitcoin, lo que convierte a las criptodivisas en «instrumentos complejos» que pueden «no ser adecuados para pequeños ahorradores», ya que su precio conlleva «un alto componente especulativo que puede suponer incluso la pérdida total de la inversión».
Entre los riesgos documentados por los organismos presididos por Pablo Hernández de Cos y Rodrigo Buenaventura, el comunicado señala que los precios de las criptomonedas no se establecen con «mecanismos eficaces» que impidan su manipulación, ni cuentan con información pública que los respalde; y que muchas de estas criptodivisas pueden «verse carentes de la liquidez necesaria» para poder deshacer una inversión sin sufrir pérdidas significativas porque su circulación entre inversores «es muy limitada».
Además, el Banco de España y la CNMV consideran que la aceptación de pago con Bitcoin está «muy limitada» y que el reglamento de MiCA no prevé un cambio en este sentido.
El comunicado también señala que, en muchas ocasiones, los distintos actores implicados en la emisión, custodia y comercialización de criptoactivos no se encuentran localizados en España o incluso no es posible su localización, por lo que la resolución de cualquier conflicto puede ser «costosa» y quedar fuera del ámbito de competencia de las autoridades españolas.
El Banco de España y la CNMV también han recordado que la custodia de criptomonedas no está regulada ni supervisada, por lo que la pérdida o robo de las claves privadas puede suponer la pérdida de las criptodivisas, sin posibilidad de recuperarlas.
Por otro lado, ambos organismos han apuntado que los productos derivados apalancados vinculados a criptomonedas que permiten invertir indirectamente en el mercado de criptodivisas «requieren de un gran conocimiento y experiencia», e «incrementan aún más» la complejidad de este producto financiero y la posibilidad de sufrir pérdidas superiores a la inversión inicial.