Septiembre llega cargado de nervios, ilusiones y dudas. Tras semanas de vacaciones, no siempre es fácil recuperar la rutina. Muchos niños y niñas afrontan este momento con entusiasmo, pero otros lo viven con cierta ansiedad.
Pero con acompañamiento consciente y herramientas prácticas, las familias pueden transformar esta transición en una experiencia positiva, que fortalezca la autonomía, la confianza y el entusiasmo por aprender.
Validar emociones y ofrecer contención
Frases como «tiene sentido que notes esos nervios», no solo son empáticas, sino necesarias para construir seguridad emocional. Esta actitud de escucha sin juicio permite que el menor desahogue sus emociones y sienta respaldo.
El cambio de horarios y dinámicas impacta en la adaptación emocional. Ignacio Civeira, psiquiatra infantil en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, aconseja la introducción escalonada a la rutina, reintroduciendo horarios y actividades con antelación para facilitar el ajuste emocional. Así, se suaviza la transición y se refuerza el sentido de control.
Para los más mayores
El inicio de la secundaria implica numerosos cambios como profesores nuevos, exigencias académicas, círculo de amistades… así como otros muchos físicos y psicológicos para convertirse en adolescentes.
Desde adolescencia positiva lanzan consejos cómo: asegurarse de que tu hijo/a se sienta seguro del lugar al que va, no sorprenderse si vuelve enfadado/a de clase y mejorar preguntas específicas que sustituyan el «¿qué tal el día?» – tan genérico, por un «¿con quién te has sentado? ¿qué habéis hecho en el descanso? ¿qué profesor/a te ha llamado más la atención?», etc.
Tips útiles para acompañar la vuelta al cole
- 1. Establece rutinas suaves, adelantando la hora de dormir y retomando horarios de forma gradual.
- 2. Involucra activamente a tu hijo/a en preparar la mochila, elegir el estuche o decorar el espacio de estudio.
- 3. Abraza las emociones con frases de comprensión y confianza.
- 4. Celebra los pequeños logros como conseguir una nueva amiga o amigo o superar la primera semana.
- 5. Fomenta el autocuidado garantizando un buen descanso, una alimentación saludable y espacios para desconectar y mejorar el bienestar físico y emocional.
La vuelta al cole no tiene por qué ser una fuente de estrés o temor. Con acompañamiento efectivo, estrategias bien planteadas y recursos de apoyo psicológico, septiembre puede convertirse en un mes de reencuentro, ilusión y crecimiento compartido.