La señorita de Trevélez cuenta una burla a una solterona en un pueblo cercano a una capital de provincias. Una burla dolorosa que causa regocijo en quienes la contemplan, he ahí lo espantoso de la broma, lo que ya puso de manifiesto su autor, Carlos Arniches, al llamarla «tragedia grotesca» y no sainete, y después Juan Antonio Bardem, al tratarla de igual modo en su película Calle Mayor: ¡que lo que hace llorar a unos resulta que hace reír a todo el pueblo!
Una mujer que vive tranquila en su casa, con sus libros, sus flores, sus pájaros en la cabeza, sus poemas de amor… y hay una «manada» de hombres ociosos, señoritos de casino, que no pueden soportar que ella sea feliz a su manera y le preparan una burla sangrante, dolorosa, grotesca, que queda ¿sin consecuencias?
Esto es así en Arniches, quien la escribió en 1916, pero hoy no lo podemos consentir y ese es el sentido auténtico de la obra que hoy rescata el Teatro Fernán Gómez.
Y en esa asunción de tener que pagar por las consecuencias de nuestros actos se basa esta versión de García May que dirige Juan Carlos Pérez de la Fuente.
Es la primera vez que se abre el telón del Fernán Gómez en su totalidad y es una maravilla ese escenario tan versátil, con cortinas o sin ellas. Ahora bien, todo en la obra resulta tan bien ejecutado: se canta, se baila, se viste de maravilla (conforme a la época), se juega al billar y se practica la esgrima (con la palabra y con la espada)…que uno no entiende por qué ese prólogo del Tenorio que se alarga tanto, que uno cree haberse confundido de sala.
La agilidad del resto de las escenas contrasta con esta introducción: hubiera bastado con aludir a ella como broma, que hay ocasión. Que la corten, por Dios. Y como digo esto, digo también que me sorprendió gratísimamente el «llanto fúnebre» de Don Gonzalo, el hermano, cuando descubre, engañado también él, la burla sobre Florita, a la que ha consagrado su vida. Me recordó mucho el llanto de Pleberio, el padre de Melibea. Menos mal que Florita, ella ya no sufre, pero se merecía un final feliz y en eso se acaba la obra.
Esta obra de Carlos Arniches está dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente en la versión de Ignacio García May, con escenografía de Ana Garay, vestuario de Almudena R. Huertas, iluminación de José Manuel Guerra, maquillaje de Elvira García, espacio sonoro de Ignacio García, esgrima de Jesús Esperanza, movimiento escénico de Guillermo Weickbert, tocados de Mélida Molina, billar de José María García Luna.
Tal como defiende J.C. Pérez de la Fuente, el 61 por ciento del elenco proviene del casting que se hizo en el propio teatro:
- Daniel Albaladejo – Don Gonzalo de Trevélez
- Críspulo Cabezas – Tito Guiyola
- Silvia de Pé – Florita Trevélez
- Juan de Vera – Torrija
- Daniel Diges – Numeriano Galán
- Oscar Hernández – Peña
- Jose Ramón Iglesias – Don Marcelino
- Noelia Marló – Soledad
- Edgar López – Lacasa
- Ariana Martínez – Conchita
- Rodrigo Sáenz de Heredia – Señor Menéndez
- Julia Piera – Maruja
- Natán Segado – Manchón
Y es una producción del Fernán Gómez en colaboración con Producciones Teatrales Contemporáneas.
- Lugar: Teatro Fernán Gómez (FFG)
- Del 16 de febrero al 20 de abril de 2025
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