Un piernas, según la Real Academia de la Lengua, es una persona sin autoridad ni relieve, alguien que no sobresale en nada y que va por la vida procurando sobrevivir a salto de mata, con trabajos más o menos improvisados y urdiendo pequeñas estafas. Un piernas es el personaje central de la primera novela de Paco Pérez Galán, que ya desde el título («Andanzas de un piernas». Círculo Rojo) advierte sobre los atributos del protagonista.
Luis Blas Blas, el piernas en cuestión, representa para el siglo veintiuno lo que en nuestra literatura clásica era el héroe de los relatos de la novela picaresca, Guzmán de Alfarache, el Buscón o Lázaro de Tormes. Además de contar los episodios de estos personajes en un tono entre irónico y humorístico, en realidad el género trataba de criticar los valores dominantes de una sociedad de clases en la que las injusticias recaían siempre sobre los más débiles.
El protagonista de esta novela es, pues, un pícaro de nuestro tiempo, obligado por las circunstancias a integrarse muy temprano al mundo laboral, apenas culminada su infancia, en trabajos que no le gustan. Pasa por ocupaciones típicas de su edad y de su época (los años sesenta): monaguillo, botones, empleado de una agencia de seguros… Liberado de la mili por tartaja y neurótico, con los amigos de siempre (Viejo Loco, Rosendo, Viborezno) trata de encontrar alguna salida a una situación que amenaza con el paro permanente o la cárcel (de la que, de hecho, alguno de sus amigos ya fue huésped en alguna ocasión), fundando empresas ruinosas, editoriales fracasadas, hasta dar con quien piensa que puede solucionarle la vida, un empresario corrupto y millonario que lo introduce en el mundo de la evasión de capitales, donde consigue culminar operaciones arriesgadas a cambio de mordidas que no le sacan de las dificultades pero le permiten vivir a cuerpo de rey al menos por un tiempo.
Así pues, como en la novela picaresca, las andanzas de este piernas por los ambientes en los que se mueve el dinero negro y la corrupción da pie a una visión crítica de la sociedad de nuestro tiempo, de la banca, del periodismo, del mundo de las drogas, de las mafias al servicio de grandes financieros. Pérez Galán introduce aquí episodios y vivencias propias, que por momentos le dan a la historia un tono personal muy cercano a la autoficción.
Escrita también con ironía y con humor, en «Andanzas de un piernas», los hechos protagonizados por los personajes mueven a la reflexión sobre la sociedad española del posfranquismo y la transición (hay alusiones a hechos y protagonistas puntuales), una sociedad que, como los protagonistas de la novela hacían con sus vidas, también estaba improvisando las leyes y los principios sobre los que habrían de discurrir los años siguientes.