Una misión internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado improbable que el coronavirus se produjera en un laboratorio y sospecha que la vía más probable de su origen fuera de una especie huésped.
Peter Ben Embarek, jefe de la misión OMS-COVID ha tratado de explicar qué sucedió en diciembre de 2019 para conocer cuándo y cómo surgió ese virus, pero sobre todo, cuándo saltó a la población humana.
Tras varias semanas de investigación de un equipo de diecisiete expertos internacionales procedentes de diez países, más diez investigadores chinos, han destacado que todos los trabajos realizados sobre el virus y su intento por identificar el origen apuntan a un reservorio natural de este virus y similares en la población de los murciélagos.
A pesar de que Wuhan no es una ciudad en donde estén cerca estos animales, el salto no se produjo en la zona, de ahí la sospecha de que otras especies animales fueran trasladadas de otras poblaciones a esta y fueran las que introdujeron dicho virus.
“Así que la búsqueda de la posible ruta de la introducción del virus a través de diferentes especies de animales y el reservorio específico siguen siendo un trabajo en curso”, detalló Embarek.
En su sospecha existen cuatro posibles hipótesis: desde que se transmitiera directamente de un animal a un humano; que una especie animal hiciera de puente entre otro animal y un humano; que se transmitiera a través de la cadena alimentaria de productos congelados o bien, que surgiera de algún incidente en un laboratorio.
«Sin embargo, los resultados sugieren que la hipótesis del incidente en el laboratorio es extremadamente improbable para explicar la introducción del virus en la población humana, y por lo tanto no es una hipótesis que implique sugerir futuros estudios en nuestro trabajo», apuntó.
De igual forma, considera que el mercado de Wuhan no fue el único lugar de contacto, sino que pudieran ser de otros.
Esta investigación se ha desarrollado desde el catorce de enero hasta el diez de febrero.