La noche que salió el Sol

Una exposición muestra el vigor de la contracultura en Cataluña durante el franquismo

Los largos años de la dictadura franquista impidieron que en España germinase una cultura que en Europa y América venía manifestándose desde la década de los sesenta en acontecimientos como el mayo francés, el rock británico y el movimiento hippie.

Sólo Cataluña, sobre todo la ciudad de Barcelona, acogía las manifestaciones de la música, el arte, la fotografía, el cómic y la edición de libros y revistas (sin olvidar el teatro de Els Joglars, Dagoll Dagom o Els Comediants), que hicieron de este territorio un espacio de creatividad y libertad.

Fue una larga noche de piedra en la que la esperanza estaba puesta en que en algún momento pudiera salir el sol, como ansiaba Jaume Sisa en la más conocida de sus canciones (Quasevolt nit pot sortir el sol).

Estos días puede verse en Madrid una exposición que recoge las manifestaciones de los movimientos sociales y culturales de aquella época con el título «Underground y contracultura en la Cataluña de los 70», con más de setecientas piezas, entre carteles, ilustraciones, fotografías, cómics, vídeos, libros, revistas, discos, etc.

El recorrido comienza con la llegada de las corrientes contraculturales de California, Londres y Ámsterdam y se organiza en diferentes espacios temáticos dedicados a la irrupción de las comunas, el feminismo, la psicodelia, la ecología, la espiritualidad, las músicas y las artes de vanguardia, entre otras referencias; aludiendo a lugares como las Ramblas de Barcelona, el festival Canet Rock, el Casal de la Floresta y las calles del barrio chino y el Born.

Cómix, fanzines y revistas contraculturales ocupan un apartado en la exposición –con dibujos originales de Nazario y Mariscal– al igual que revistas de la época como Disco Expres, Globo, Rrollo, Vibraciones y Ozono.

Se escenifican espacios como el salón de una comuna hippy y la discoteca Zeleste, y durante el recorrido suena la música de Bowie, Rolling Stones, Smash, Pau Riba, Kraftwerk… Aquellos años contemplaron el paso de la música pop a la psicodelia y el rock progresivo.

La influencia de los grupos ingleses y americanos propició el nacimiento de formaciones como Los Salvajes, Los Sirex, Pic Nic, Lone Star… pero el campo en el que se hizo la mejor música fue el del folk y el rock en catalán.

Los hermanos Batiste, Jaume Sisa, Oriol Tramvia… renovaron el lenguaje musical y fueron los antecedentes de la música que ocupó gran parte de los setenta. En la estela de grupos como King Crimson nacieron Máquina, Pau Riba (sobre todo con su disco «Dioptría»), Regaliz, Smash, Música Dispersa, OM, Companyia Elèctrica Dharma… principales protagonistas de los festivales que se desarrollaban en Granollers y Sallent.

Locales como la sala Magic y la discoteca Zeleste se convirtieron en los templos a los que acudía la progresía de aquellos años para oír música en vivo de los distintos géneros y estilos que convergían en lo que se llamó música laietana.

A finales de los setenta el punk se impuso como género hegemónico para recuperar el rock primitivo y denunciar en sus letras los problemas cotidianos de una parte de la juventud.

De Ibiza, capital de los hippies, al fin de la utopía

Una atención especial merece en esta exposición la isla de Ibiza como capital europea de los hippies que venían del extranjero, consumían marihuana y LSD y promovían la libertad sexual y el pacifismo.

Aquellos jóvenes se reunían en Ibiza para estar juntos, oír música y construir un espacio habitable desde el que se promocionaba una vida nómada a lugares en los que se celebraban festivales de música al aire libre como los de Woodstck y la isla de Wight (en Cataluña Canet Rock), y se alentaba la vida en comunidades que proponían la ruptura con la familia patriarcal, se colectilizaba el dinero y se abolía la propiedad privada.

Nacieron colectivos feministas y homosexuales, movimientos ecologistas, por la objeción de conciencia y la despenalización de las drogas. En las comunas se despertaba una sexualidad plural, una rebeldía en favor del amor libre.

A su sombra nacieron colectivos alternativos, artistas radicales, espacios liberados y publicaciones como «Star» y «Ajoblanco», a las que esta exposición dedica un espacio especial.

«La utopía derribada» titula esta exposición el final de estos movimientos contraculturales, un final que se precipitó con la llegada de la transición democrática.

Algunos medios comenzaron a relacionar falsamente acontecimientos como el incendio de la sala de fiestas Scala tras la explosión de cuatro cócteles molotov caseros, con los movimientos anarcosindicalistas y con los promotores de la contracultura.

Se cerraron salas como Magic, donde actuaban los grupos punk de los barrios y de la periferia de Barcelona. Se formó un consejo de guerra contra Els Joglars por la representación de la obra «La Torna», se impusieron multas al Festival de Canet Rock de 1978 por un cartel diseñado por Pau Riba, la policía detenía a Ocaña, Nazario y Guijarro, mientras la inseguridad ciudadana causada por la violencia urbana generaba un aumento de la represión sobre los colectivos marginales.

La llegada de la heroína a finales de 1977, considerada por algunos como una droga contrarrevolucionaria y por otros como una sustancia transgresora, perjudicó a todo el movimiento y fue el tiro de gracia que terminó con los sueños de aquella generación.

  • TÍTULO. «Underground y contracultura en la Cataluña de los 70»
  • LUGAR. Centro-Centro. Madrid
  • FECHAS. Hasta el 5 de marzo de 2023
Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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