El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta en Madrid la gran retrospectiva del artista belga René Magritte (1898-1867), uno de los grandes maestros del Surrealismo.
La muestra reúne más de 95 pinturas procedentes de instituciones, galerías y colecciones privadas, está comisariada por el profesor de Estética, Guillermo Solana, director artístico del museo, a quien entrevisté para periodistas-es.com.
Cuenta a su vez con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el apoyo de la Fundación Magritte y de su presidente Charly Herscovici.
La exposición se complementa con una selección de fotografías y películas caseras realizadas por el propio artista, que forman parte de una muestra itinerante con la curaduría de Xavier Canonne, director del Museé de la Photographie de Charleroi, que se mostrará en una sala especial. La muestra se presentará en Caixa Forum Barcelona, al término de su presentación en Madrid.
Magritte pertenece al movimiento Surrealista, algunos estudiosos consideran que es más que un movimiento, es una concepción filosófico-estética como el Clasicismo y el Romanticismo.
El origen del movimiento surge tras la Primera Guerra Mundial, donde se despierta a lo irracional y a lo subconsciente, manifestándose en el arte a través de la expresión automática, asociativa e inconsciente, donde lo onírico, lo irreal y real se confunden.
El Dadaismo fue precursor en muchos aspectos que el Surrealismo incorporó. Este movimiento tuvo amplio alcance y se manifestó por diversos artistas de diversos países, entre los más relevantes: André Breton, Guillaume Apollinaire, Max Ernst, Salvador Dalí, Óscar Domínguez, Man Ray, Miró, Arp, Marcel Duchamps, De Chirico, Tanguy, Delvaux, y Magritte, quien enfocó hasta las últimas consecuencias el aspecto conceptual de este movimiento artístico cultural que abarcó el cine, la música, la literatura y otras formas expresivas.
Magritte fue un provocador de la imagen y del espectador. En su obra, trata de expresar el misterio del mundo, porque tal vez, sin saberlo, fue el suicidio de su madre, recogida del río, el detonante de su indagación y distancia; su obra es siempre inquietante.
¿Por qué se llama la exposición La Máquina de Magritte?
Según la información recibida, en 1950, René Magritte firmó junto a algunos amigos surrealistas belgas el catálogo de productos de una supuesta sociedad cooperativa, «La Manufacture de Poesie», que incluía artefactos destinados a automatizar el pensamiento de la creación, entre ellos, una «máquina universal para hacer cuadros», cuya descripción prometía «un manejo simple, al alcance de todos», para «componer un número prácticamente ilimitado de cuadros pensantes».
Esta máquina de pintar tenía precedentes en la literatura de vanguardia, como las de Alfred Jarry y Raymond Roussel, precursores del Surrealismo, pero el aparato descrito por los artistas belgas era diferente, estaba dedicado a generar imágenes conscientes de si mismas. La máquina Magritte es una máquina metapictórica, que produce cuadros pensantes, pinturas que reflexionan sobre la propia pintura.
La muestra se divide según un criterio curatorial plasmado sobre la estética del artista y su enfoque creativo, en las siguientes secciones:
- Los poderes del Mago,
- Imagen y palabra.
- Figura y fondo.
- Cuadro y ventana.
- Rostro y máscara.
- Mimetismo y
- Megalomanía.
Cada sección está apoyada en conceptos del propio artista. El primer concepto que se destaca y fue expresado por el propio Magritte, es: «Mis cuadros son pensamientos visibles».
Por lo tanto Magritte definía su pintura como un arte de pensar y el itinerario que nos propone la muestra es una penetración a la estética del artista y un descubrimiento de sus visiones.
Como toda la obra de Magritte es una reflexión sobre la pintura misma, y para lograr ese objetivo, Magritte utiliza los recursos clásicos de la metapintura, o sea: la representación de la representación, el cuadro dentro del cuadro, la ventana, el espejo, la figura de espaldas, los vaciamientos o coberturas que en su obra se convierten en imágenes reiterativas.
La exposición analiza esos recursos que serán el hilo conductor de los distintos capítulos anteriormente citados y del propio recorrido, empezando por «Los poderes del mago», con autorretratos o presencia del artista en el cuadro; luego «Imagen y palabra» donde Magritte introduce la escritura en la pintura, creando conflictos entre signo textual y signo visual.
En la sección «Figura y fondo» se examina la inversión de figura y fondo, silueta y hueco, que aparece en muchos de sus cuadros. En «Cuadro y ventana» se estudia el cuadro dentro del cuadro, mientras que «Rostro y máscara» nos plantea la supresión del rostro en la figura humana, cubierto o vaciado, algo muy recurrente en Magritte.
En los capítulos: «Mimetismo» nos enfrentamos al mimetismo del hombre y la naturaleza y en «Megalomanía» se aprecian cuadros donde se proyectan objetos agigantados fuera de su contexto, en un cambio de escala, recordándonos a la Alicia de Carroll, que tanto admiraba Magritte. Paso a paso se nos devela la estética y la técnica del artista, en una doble «mirada»: hacia el cuadro y hacia el concepto que guía el cuadro. Una manera de ir penetrando en la obra y en la mente de su creador.
Toda la obra de Magritte es, entonces, una reflexión sobre la pintura misma, y utiliza diversos recursos, descolocando al espectador o creando efectos contradictorios, tal vez en ello radica el secreto de que sus obras sean siempre contestatarias y misteriosas.
No es el color, con una paleta tonal, suave, el detonante de ansiedad, es la propia imagen la que nos invita a reflexionar sobre la identidad, el amor, la frontera entre realidad e irrealidad, o el juego ilusorio del arte.
Esta muestra es un recorrido hacia nuestras propias indagaciones en relación con el arte a partir de las obras del artista. Un privilegio para los españoles el de disfrutar de esta muestra excepcional y de su excelente catálogo, y para los extranjeros una maravillosa razón para visitar Madrid y el Museo Thyssen.
Información:
- Museo Nacional Thyssen
- Paseo del Prado, 8
- Salas de la planta baja.
- Del 14 de septiembre 2021 al 30 de enero 2022
- Abierto de martes a viernes y domingos de 10 a 19 horas, y los sábados de 10 a 21 horas.
- Entrada reducida para mayores de 65 años, pensionistas y estudiantes previa acreditación.
- Se dispone de audioguías en diversos idiomas.
Interesante y clara descripcion. Sin duda merita el viaje. El turismo cultural mueve la economía. Buenos ejemplos son los de las ferias de arte. Como Art Basel en Miami.