Con «La fotógrafa de Monte Verità» (Monte Verità: l’ivresse de la liberté), el productor y realizador suizo de habla alemana Stefan Jáger (El gran verano, Horizon Beautiful) ha cumplido un deseo acariciado durante treinta años: hacer un drama histórico basado en hechos reales sobre la antigua colonia de artistas, intelectuales y marginados sociales que reunidos en Monte Verità, en los primeros años del siglo veinte, pusieron en pie una colonia utópica de librepensadores.
Estamos en 1906 y Hanna (Maresi Riegner, Egon Schiele, The Royal Game) una joven madre siente que no puede respirar encerrada en su papel de ama de casa entre las cuatro paredes de un apartamento burgués en Viena, hasta que oye hablar de un lugar misterioso donde la gente es libre y desinhibida. Hanna huye de su casa y se refugia en Monte Verità -que cuenta entre sus primeros pobladores con el escritor Herman Hesse y la bailarina Isadora Duncan– y donde, sin obligaciones y dirigida por el médico Otto Gross (Max Hubacher, La infancia robada, Tren nocturno a Lisboa), discípulo de Freud y practicante del psicoanálisis, no solo supera sus complejos sino que descubre una vocación artística que le convierte en la fotógrafa del lugar. Lo que también le lleva a enfrentar el dilema de si debe regresar con su familia o seguir su propio destino.
Aunque se trata de una ficción, yo diría que demasiado edulcorada, la película de Stefan Jäger nos da una idea de lo que fue aquella primera comuna libertaria de Monte Veritá, en el cantón suizo del Tessino, que jugó un importante papel en el despegue de la contracultura occidental. Un lugar en el que, lejos de los convencionalismos de la época, todo parecía posible, una experiencia transformada en realidad del movimiento Lebensreform que, en la Alemania de la segunda mitad del diecinueve, predicaba la vuelta a la naturaleza.
El lugar y la experiencia existieron realmente: el grupo fundador compuesto por Henri Oerdenkoven, Karl Gräser, Gustav Gräser, Ida Hofmann, Jenny Hofmann, Lotte Hatterner y Ferdinand Brune, crearon en 1899 una «colonia», una sociedad alternativa –autosuficiente y autogestionada- contraria al patriarcado y a la sociedad consumista, inspirada en el falansterio defendido por el filósofo anarquista Charles Fourier. Años más tarde, los fundadores emigraron a Brasil donde continuaron la experiencia.
Es en este grupo donde el realizador Stefen Jäger, borrando la frontera entre realidad y ficción, ha situado al personaje de Hanna, una mujer a la que su marido considera inútil y maltrata, que se ahoga en la encorsetada sociedad vienesa y que en Monte Verità, con ayuda de un médico progresista y un par de pioneras, se transforma en un ser valiente que aprende a mirar el mundo de forma diferente.
- «La fotógrafa de Monte Veritá» se estrena en Madrid el viernes 5 de agosto de 2022.