Según el informe 2020 de Monitoreo de la Educación Global (GEM) publicado por la UNESCO, debido al cierre temporal de los colegios, la falta de recursos y los problemas derivados de la COVID-19, ha existido una exclusión mayor y se ha agravado la formación de las personas en países que tenían serias dificultades.
Tal y como informa un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura acerca de la formación de los alumnos de todo el mundo, se constata que durante la pandemia, si cabe, ha repuntado una exclusión educativa aún mayor de la que ya existía.
Cerca del cuarenta por ciento de los países empobrecidos no ha dado el apoyo necesario a sus alumnos durante la crisis derivada por el coronavirus y menos del diez por ciento de estos, tienen leyes que les garanticen la plena inclusión.
“Durante esta crisis, se ha centrado mucho la atención en soluciones de aprendizaje en línea, que apuntan al futuro de la educación. Sabemos que tales propuestas son imperfectas incluso para los mejores estudiantes. Pero, sobre todo, son inadecuadas para los alumnos desfavorecidos que pueden no tener acceso barato o bueno a internet, o un ambiente en casa lo suficientemente idóneo para estudiar”, añade Manos Antoninis, Director del informe GEM.
Unos doscientos cincuenta y ocho millones de jóvenes en todo el mundo, no estaban ya escolarizados antes de la pandemia, lo q supone q tan solo el doce por ciento de los hogares de estos países tienen acceso a internet e incluso, pueden hacer uso de la tecnología. Para la UNESCO hay que repensar el futuro de la educación que es uno de los mayores problemas después de que termine esta pandemia, apunta la directora general, Audrey Azoulay.
En los países de ingresos medianos y bajos solo aproximadamente uno de cada cinco estudiantes alcanza el nivel mínimo de competencia en lectura, en comparación con los cuatro de cada cinco en los países de ingresos altos. “Todos estos factores significan que las recomendaciones en nuestro informe sobre cómo proteger y construir la inclusión en la educación son aún más críticas”, concluye el director del GEM.