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La derecha económica de los populares austriacos impone gobernar con la extrema derecha del FPÖ

Mientras todo el mundo mira si Herbert Kickl será canciller, el FPÖ trabaja para acabar con la energía eólica en Austria
Mientras todo el mundo mira si Herbert Kickl será canciller, el FPÖ trabaja para acabar con la energía eólica en Austria

El Partido Popular de Austria (ÖVP), una de las principales marcas europeas del Partido Popular, ejemplifica la deriva reaccionaria del bloque conservador europeo al decidir, en un giro político alarmante, formalizar una alianza con el ultraderechista FPÖ, consolidando una estrategia que prioriza intereses económicos y electorales sobre principios democráticos básicos.

Eva Konzett, directora de Política del semanario vienés Falter, analiza esta situación en IPG Journal, la publicación digital de la Fundación Friedrich Ebert

La alianza entre el ÖVP y el FPÖ: pragmatismo o claudicación

En Austria, el ÖVP ha optado por aliarse con el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), conocido por su retórica antiinmigración, su postura euroescéptica y su cercanía con movimientos de extrema derecha. Según Eva Konzett, esta alianza es una demostración de cómo los conservadores austríacos han hecho de la «sumisión estratégica» su arte político, priorizando el poder sobre la integridad ideológica.

La decisión, lejos de ser un hecho aislado, refleja una tendencia que recorre las filas de los partidos populares en Europa, donde cada vez es más habitual buscar pactos con fuerzas ultraderechistas para asegurarse mayorías de gobierno. Este fenómeno no solo amenaza los valores democráticos, sino que también debilita la cohesión social en un contexto de crecientes desafíos económicos y políticos.

El peso de la economía en la estrategia del ÖVP

El pragmatismo del ÖVP no es casual. Austria, al igual que otros países europeos, enfrenta tensiones sociales derivadas de la inflación, el acceso a la vivienda y los debates sobre inmigración.

Según Konzett, el ÖVP apuesta por mantener su base de votantes entre las élites económicas y las clases medias altas, grupos que valoran más la estabilidad fiscal y las políticas antiimpuestos que los derechos humanos o la igualdad social.

Esta estrategia, sin embargo, conlleva riesgos. Al alinearse con el FPÖ, el ÖVP no solo legitima su discurso radical, sino que también arriesga diluir su propia identidad política: «Es una alianza que sacrifica los valores fundacionales del partido en favor de un cálculo político a corto plazo», señala Konzett.

La normalización de la extrema derecha en Europa

La estrategia del ÖVP es representativa de un fenómeno mayor: la normalización de la extrema derecha en el panorama político europeo. Este proceso, según Konzett, tiene implicaciones graves:

  • Desgaste de las instituciones democráticas: Al permitir que partidos ultraderechistas accedan a posiciones de poder, los conservadores europeos contribuyen a socavar la confianza en las instituciones.
  • Radicalización del discurso público: La inclusión de narrativas extremistas en las agendas gubernamentales refuerza prejuicios y tensiones sociales.
  • Pérdida de identidad política: Los partidos conservadores, al ceder terreno ideológico, se enfrentan a una crisis de legitimidad entre sus votantes moderados.

Europa ante el desafío de la deriva reaccionaria

La situación en Austria no es un caso aislado. Países como Italia, Hungría y Polonia ya han experimentado dinámicas similares, con partidos conservadores estrechando lazos con fuerzas de extrema derecha para consolidar mayorías parlamentarias.

Esto plantea preguntas críticas sobre el futuro del Partido Popular Europeo (PPE), que se enfrenta al desafío de mantener su relevancia sin traicionar los principios democráticos.

En este sentido, Konzett advierte que la deriva del ÖVP podría convertirse en un modelo a seguir para otros partidos conservadores en Europa, especialmente en contextos de crisis económica y polarización social. La cuestión central, según ella, es si los partidos populares europeos están dispuestos a sacrificar sus principios para mantener el poder.

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