La comisión de Presupuestos ha aprobado este martes la solicitud de España para recibir apoyo del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización para trabajadores desplazados (FEAG), reconociendo que «la pandemia de la COVID-19, las estrictas medidas de confinamiento aplicadas en el segundo trimestre del 2020 y la posterior escasez de suministros y materias primas ha afectado negativamente al sector metalúrgico del país».
Los eurodiputados señalan que la solicitud de financiación hace referencia a 491 trabajadores despedidos y que España espera que, del total de beneficiarios elegibles, 300 participarán en las medidas.
La ayuda abarcará desde la orientación profesional y la asistencia individualizada en la búsqueda de empleo hasta la adquisición de nuevas habilidades, formación profesional y en el trabajo, y el apoyo y la financiación para empezar un negocio.
El coste total estimado de las medidas de apoyo es de 1,4 millones de euros, de los cuales el FEAG contribuirá en un 85 por ciento (1,2 millones de euros). El servicio público vasco de empleo (Lanbide) cubrirá el importe restante.
El informe preparado por Eider Gardiazabal (S&D, España), que recomienda que el PE apruebe la financiación, salió adelante con 26 votos a favor, sin votos en contra ni abstenciones. Falta el visto bueno del pleno, que se pronunciará durante la sesión del 22-25 de noviembre en Estrasburgo.
Contexto
Bajo el nuevo reglamento FEAG 2021-2027, el Fondo continuará apoyando a trabajadores y autónomos cuya actividad ha cesado.
La nueva normativa extiende el apoyo a más personas afectadas por la reestructuración de sus puestos de trabajo o su sector: son elegibles todo tipo de sucesos imprevistos que conduzcan a una reestructuración, incluyendo los efectos económicos de la crisis de la COVID-19, así como grandes tendencias económicas como la descarbonización y la automatización.
Los Estados miembros pueden solicitar financiación de la UE cuando al menos doscientos trabajadores pierdan su empleo dentro de un período de referencia específico.