El año 2025 ofrece la novedad de que una de las capitales europeas de la cultura fue una urbe alemana conocida durante décadas como la ‘Ciudad de Karl Marx’ (Karl-Marx-Stadt).

Ese fue el nombre de la actual Chemnitz desde 1953 a 1990. Es la tercera más grande del estado de Sajonia, tras Leipzig y Dresde, en la extinta Alemania Oriental.

El símbolo de la ciudad es el monumento a Karl Marx, ubicado desde 1971 en la zona centro, es el segundo mayor busto del mundo dedicado al filósofo alemán. Sus vecinos la conocen como ‘Nischel’ (cabeza en dialecto sorabo, sajón).

«Karl Marx no necesita piernas, ni manos, su cabeza lo dice todo”, habría afirmado al dar forma a su imagen, de más de siete metros de altura (trece con el pedestal) y 40 toneladas de peso, el escultor soviético Lew Kerbel (1917-2003), por el que fue galardonado por el Gobierno de la entonces República Democrática Alemana (RDA) con la Orden de Karl Marx y por la Academia Rusa de las Artes, que le otorgó la medalla de oro al escultor.

En la placa situada detrás del busto se puede leer: “¡Proletarios del mundo, uníos!” en cuatro idiomas: alemán, inglés, francés y ruso.

Pero Karl Marx (1818-1883) nunca estuvo en Chemnitz. Nació en Tréveris, en el otro extremo de Alemania, junto a la frontera de Luxemburgo, y murió en Londres. Jamás visitó ni tuvo relación con la ciudad que llevó su nombre casi cuarenta años.

Un viejo letrero refleja el antiguo nombre de la ciudad.

Sin embargo, eso no fue un problema y con motivo del setenta aniversario de su muerte, en 1953, los gobernantes del partido único Socialista Unificado de Alemania (SED) de la entonces RDA decidieron cambiar el nombre de Chemnitz por el de Ciudad Karl Marx.

Se justificó principalmente por las fuertes tradiciones del movimiento obrero de la ciudad y los logros en la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial, donde quedó destruida en su ochenta por ciento debido a los bombardeos aliados.

Pero tras la caída del régimen comunista los habitantes, pudieron votar mediante tarjetas de votación hasta el 22 de abril de 1990 por el nombre que preferían para la ciudad, Karl-Marx-Stadt o Chemnitz. Al día siguiente se conocieron los resultados: 76% de los votos a favor, tres de cada cuatro habitantes, de Chemnitz.

En su primera reunión, el 1 de junio de 1990, el nuevo parlamento municipal elegido democráticamente decidió cambiar el nombre de Karl-Marx-Stadt a Chemnitz, que viene del dialecto sorabo, ‘Kamenica’ y se podría traducir como ‘piedra’.

La historia de la ciudad así está marcada por situaciones políticas y sociales, no estando libre de contradicciones. Chemnitz, ubicada junto a la frontera con la República Checa, fue un relevante centro industrial desde 1882, mucho antes de la fundación de la RDA.

‘Manchester sajón’

La industria textil, ferroviaria y la fabricación de maquinaria, sumadas a la minería de la región de los Montes Metálicos, motivaron que la zona fuera un bastión económico llegando a contar en el inicio de la década de 1930 con 360.000 habitantes aunque actualmente alcanza los 250.000.

Por ese motivo fue definida como el ‘Manchester sajón’ estando hermanada con la ciudad inglesa desde 1983.

Existe un Museo Industrial que exhibe, entre otras piezas, una máquina de vapor de 1896 pero también máquinas de tejer y predecesores de teléfonos móviles y ordenadores.

Tambièn el Museo Gunzenhauser, que abrió sus puertas en 2007 y alberga unas 2.500 obras de arte moderno, incluidas algunas piezas de Otto Dix (1891-1969) y Karl Schmidt-Rottluff (1884-1976). En el patio de la Kulturkaufhaus Tietz, se encuentra el famoso y peculiar ‘bosque petrificado’, que tiene millones de años de antigüedad.

Otras visitas recomendables son al Jardín Botánico y al Arktisch-Alpiner Garten (Jardín Alpino Ártico) de la fundación Walter-Meusel-Stiftung, especializado en plantas de origen ártico y alpino,

Centro de Chemnitz.

En 2025, la ciudad sajona y las comunas circundantes lucen el título de Capital Europea de la Cultura. ‘C the Unseen’ (C el invisible) es el lema elegido: se trata de hacer visible lo que no ha sido visto, lo que está aún por descubrirse.

El programa incluye algunos puntos centrales, como «vecindad, respeto y tolerancia” y «democracia, participación, cohesión social” . La ceremonia de inauguración tendrá lugar el sábado 18 de enero con un festival callejero. Se prevén unos 150 proyectos y mil actos. La ciudad espera recibir unos dos millones de visitantes en 2025.

Chemnitz que comparte este título de Capital Europea de la Cultura con Nova Gorica en Eslovenia, es actualmente la ciudad de mayor eficiencia energética de Alemania.

Las Capitales Europeas de la Cultura (EcoC) es una asignación creada en 1985 con Atenas como primera ciudad elegida. Es una celebración de un año de la cultura con exposiciones, conciertos y festivales que incluyen una dimensión europea.

En Alemania fueron ya nombradas Berlín (1988), Weimar (1999) y Essen y el Ruhr (2010). Chemnitz se impuso en la elección a las ciudades de Nuremberg, Hannover, Hildesheim y Magdeburgo.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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