«Joyland», que en el pasado mes de mayo ganó en el Festival de Cannes el Premio del Jurado en la sección Un certain regard, y el premio «Queer Palm», una recompensa para películas LGBT+, y que representará a Pakistán en los próximos Oscar, estuvo durante unos meses prohibida en su país, a causa de las protestas de diversos grupos islamistas.
«Joyland», del realizador paquistaní Saim Sadiq, cuenta la historia de Haider (Alí Junejo), el hijo menor de los Rana, una clásica familia patriarcal de Lahore, quien está esperando el nacimiento de su hijo cuando se une en secreto a una compañía teatral de danza erótica y se enamora de una joven y ambiciosa estrella trans. Su imposible historia de amor da rienda suelta a la rebeldía sexual en toda la familia.
En el paro desde hace mucho tiempo, la familia rebaja a Haider a hacer trabajo doméstico. La única que le apoya es su esposa Muntaz (Rasti Farooq), muy enamorada. Hasta que encuentra trabajo como bailarín en un cabaret, en el barrio de Joyland, donde se enamora de Biba, una estrella de la canción que nació hombre (Alina Khan), y donde ambos inician una relación secreta que tiene repercusiones en el matrimonio.
Homosexualidad, patriarcado, personas trans…«Joyland», película primeriza de Saim Saquid, recibió los mejores calificativos en el Festival de Cannes, donde la crítica aplaudió la audacia del realizador al enfrentarse a muchos de los tabúes que arrastra la sociedad paquistaní.
Aunque la ley protege los derechos de las personas trans, la mayoría de ellas se ven obligadas a vivir al margen de la sociedad; con frecuencia tienen que mendigar, bailar en las bodas o prostituirse, para sobrevivir. En 2009, Pakistán aprobó una ley reconociendo un tercer sexo, y en 2018 otra que concedía a las personas el derecho a determinar el sexo que debe figurar en todos los documentos oficiales, e incluso a optar por la mezcla de dos. Los islamistas fundamentalistas denuncian estas leyes como «injerencia de los valores occidentales».
«Las personas trans –explicó Saim Saquid en Cannes- no viven con tanta libertad como lo harían en Francia, pero su forma de vida está muy lejos de lo que imagina Occidente cuando piensa en el mundo musulmán (…) Pakistán es muy esquizofrénico, bipolar o casi, en la medida en que existe cierta violencia hacia una comunidad particular, pero también hay una ley muy progresiva, adoptada en 2018, que autoriza a que todos se identifiquen por el género, incluido el tercer género».
La película «Joyland[1]», en la que destaca el trabajo de todos sus personajes, denuncia, con una mezcla de humor y drama, los valores patriarcales, especialmente con el personaje de Mumtaz, la mujer del protagonista, a la que obligan a dejar su trabajo para quedarse en la casa y ayudar a su cuñada, que tiene cuatro hijos. Sin duda, el mayor acierto del director es haber reservado una parte importante del relato a esta figura de la esposa, bajo el yugo de la dominación masculina y las normas sociales y religiosas del país.
- «Joyland» se estrena en los cines de Madrid el viernes 10 de febrero de 2023