Cuando nos encontramos a comienzos de este 2023, leemos una noticia que puede hacer cambiar muchas cosas en el mundo del trabajo, ese lugar en el que, a fin de cuentas, pasamos una parte importante de nuestra vida, tanto como un tercio de la existencia de cada cual, hasta llegar a la jubilación. Se trata del futuro de la jornada laboral de cuatro días a la semana, algo inimaginable hasta ahora, lo más parecido a un sueño, pero que al parecer comienza a tomar cuerpo.

La cosa o experimento de trabajar solamente cuatro días a la semana comenzaría a mediados del pasado año en el Reino Unido, con lo que los británicos han llamado 4 Day Week (4 Días a la semana), algo que para los que hemos conocido las largas jornadas laborales a través del tiempo, es una cosa que está entre el sueño y la realidad.

Pero los datos están ahí, y la Cámara de los Comunes británica tuvo la oportunidad de conocer en el mes de febrero los primeros resultados del ensayo llevado a cabo por una fundación, a todas luces prometedor para el mundo del trabajo, por lo que ello puede suponer y significar de cara al futuro de millones de personas, y por ende del bienestar social.

La fundación que ha llevado a cabo el experimento, proyecto en el que han participado académicos de diferentes universidades británicas, indicaba en su análisis de resultados que de las 61 empresas que se unieron al experimento de la jornada laboral de cuatro días a la semana, 56 han decidido prorrogar esta fórmula de trabajo, mientras que dieciocho de ellas han decidido convertirlo en modelo permanente.

El modelo adoptado para llevar a cabo el experimento, desconocido en España pero que con el tiempo puede acabar imponiéndose, es el conocido como 100-80-100, bajo cuyo parámetro se aspira a mantener el cien por cien del salario, reducir la jornada laboral semanal al ochenta por ciento y seguir manteniendo la productividad, eso sí, al cien por cien.

Los efectos de este sistema de trabajo de cuatro días a la semana se han dejado entrever a través de datos como el aumento del bienestar de los trabajadores, al sentirse motivados por disponer de un día más de descanso y haber reducido las horas de trabajo, pero al mismo tiempo, y ese es un dato importante, haber mantenido, incluso en algunos casos elevado la productividad, con lo que la empresa no pierde en su cuenta de resultados.

Otro de los datos a tener en cuenta a la hora de examinar y sacar conclusión de los resultados es que también se han llevado a cabo otras iniciativas, como la eliminación de algunas formas de trabajar o tics que han tenido, y siguen manteniendo, los países desarrollados, tales como el exceso de burocracia, la eliminación de viajes, a veces innecesarios y, por lo que respecta al Reino Unido, se asegura que durante mucho tiempo los salarios han estado congelados mientras que el Estado proporcionaba grandes beneficios sociales, con lo cual muchos trabajadores tenían que hacer equilibrios para no perder dichas ayudas, sistema que no resultará extrañó por ciertos pagos…

En resumidas cuentas, y después de los resultados conocidos con dicha jornada semanal reducida, los responsables del experimento argumentan que la solución a los problemas no radica en trabajar hasta la extenuación, sino en aplicar un poco de sentido común a un mundo laboral que nos afecta a todos.

Al parecer, ya hay empresas españolas conocedoras del experimento laboral, e incluso algunas ya lo han puesto en práctica, y bienvenidas sean. Es una buena noticia, porque los jubilados de hoy, trabajadores de antaño, conocemos las largas horas de trabajo en España a través del tiempo, con las famosas 48 horas semanales durante seis días, hasta la llegada de la famosa semana inglesa, en la que, afortunadamente, ya se empezaba a librar el sábado por la tarde, algo que tardaría tanto tiempo en llegar.

Un dato a tener en cuenta en el mundo laboral por lo que respecta a nuestra país, es que la jornada laboral de cuarenta horas semanales entraba en vigor en España a mediados del año 1983 mediante la puesta en práctica del proyecto de Ley que el Consejo de Ministros del gobierno socialista del presidente Felipe González había remitido a las Cortes el día 22 de diciembre de 1982.

Han pasado cuarenta años de aquel hecho que tanto ayudó a mejorar la vida de millones de trabajadores españoles, acostumbrados a trabajar jornadas a veces interminables, y que muchos conocimos. Junto a ello, otro hecho importante aprobado junto a la jornada laboral, fue la elevación del tiempo de vacaciones a treinta días anuales, cuando los anteriores eran veintiuno. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales en aquellos momentos era Joaquín Almunia.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha siete libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», «Memoria Histórica. Para que no se olvide» y «Una Transición de risa». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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