El buque de rescate Aita Mari, operado por la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), zarpó este viernes 27 de junio de 2020 de Palermo rumbo a Pasaia (Guipúzcoa) después de pasar 49 días bloqueado por el Gobierno italiano.
El buque auxilió el 13 de abril a 44 personas que se encontraban a la deriva en el Mediterráneo y tras recibir instrucciones por parte de Italia, desembarcó a los náufragos en Palermo (Sicilia), informa Servimedia.
En ese momento, la administración decidió someterlo a una inspección, tras la que se apuntaron ciertas deficiencias en el barco y decretaron su inmovilización, aunque según la oenegé, dichas deficiencias no se corresponden ni con la categoría ni con las dimensiones de la nave.
Desde entonces se ha negociado con la autoridad marítima italiana un permiso que permita al Aita Mari volver al puerto base (Pasaia) y hacer un mantenimiento a bordo.
Para SMH, Italia actuó «en contra de la normativa marítima internacional como una manera de evitar nuestra navegación» porque como todos los procesos legales y judiciales contra barcos solidarios en Italia resultaron nulos en el pasado, «ahora han adoptado esta postura de acoso para desincentivar que la sociedad civil conozca qué hace Europa en el Mediterráneo con las personas migrantes».
«Estos casi cincuenta días en puerto nos han costado más de 55.000 euros en tasas portuarias especiales, de inspección y suministros en Palermo», apuntó, destacando que no han tenido «opción a recurso».
SMH sostiene que esta estrategia, igualmente aplicada al buque Alan Kurdi, «es la última ocurrencia de los países europeos para atacar a las ONG de rescate».
«Con este agravio económico trastocan los esfuerzos de decenas de voluntarios que dan su tiempo para hacer navegar al Aita Mari y generan incertidumbre al resto de buques solidarios», explicaron.