La eurodiputada española del PSOE, Iratxe García, fue reelegida como presidenta del Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo.
En la reunión de los 136 eurodiputados del grupo socialista elegidos el pasado 9 de junio, fue la única candidata.
La socialista, que figuraba en el puesto número dos de la lista del PSOE, tras la ministra Teresa Ribera, iniciará de este modo su segundo mandato al frente del Grupo Socialistas y Demócratas, el segundo más numeroso en el Parlamento Europeo.
Actualmente, es desde 2017, secretaria de la Unión Europea de la Ejecutiva federal del PSOE.
El PSOE es la segunda formación más numerosa del grupo, con 20 eurodiputados solo superado por el Partido Democrático de Italia que cuenta con uno más, 21. Los alemanes del SPD obtuvieron 14 y en Francia, 13 eurodiputados.
En su intervención tras ser reelegida señaló: “Los socialdemócratas estamos preparados para asumir la responsabilidad de lograr el progreso que nuestros ciudadanos y ciudadanas necesitan y, más concretamente, para aquellos y aquellas que hacen frente a la pobreza, al desempleo, a la falta de salarios dignos y sin posibilidad de acceder a una vivienda digna. Debemos progresar y debemos hacerlo defendiendo los principios y los valores de la socialdemocracia: integración, Estado de derecho e igualdad”.
La vallisoletana Iratxe García posteriormente declaró que su reelección «es el respaldo al trabajo hecho en los últimos cinco años», afirmando que para el grupo socialista la «línea roja» es dialogar con la extrema derecha.
Sobre la política de alianzas señaló que en su grupo «trabajaremos y dialogaremos con todas las fuerzas políticas proeuropeas».
«Nuestra única línea roja es la extrema derecha. Y claro, no existe una extrema derecha buena y una mala. Hay una extrema derecha, que quiere destruir a la Unión Europea», añadió.
Entre las prioridades políticas, García mencionó la «igualdad, democracia, estado de derecho y, por supuesto, una agenda sólida para una Europa socialdemócrata y sostenible», así como evitar que haya una pausa en la aplicación del Pacto Verde europeo.