En 2023, España registró un total de 103.097 interrupciones voluntarias del embarazo (IVE), practicadas en un 45 por ciento a mujeres que no utilizaban algún método anticonceptivo, informa el Ministerio de Sanidad.
Esta cifra representa un aumento del 4,8 por ciento en comparación con 2022 (98.316 IVE) y un 8,7 por ciento más que en 2014, año en el que se registraron 94.796 IVE.
Este incremento se observó en todas las comunidades autónomas, con excepción de Aragón y Navarra.
A nivel regional, se observan diferencias significativas: Cataluña presenta la tasa más elevada, con 14,92 IVE por cada mil mujeres, seguida de cerca por la Comunidad de Madrid, con una tasa de 13,92. En contraste, Aragón registra la tasa más baja, con 8,4 por cada mil mujeres.
La tasa de incidencia aumentó en todos los grupos de edad, especialmente en el grupo de diecinueve años y menos.
El 93,94 por ciento de las IVE se practicaron a petición de la mujer. El 75,19 por ciento de las IVE se practicaron en gestaciones de ocho o menos semanas y el 66,99 por ciento de las mujeres no habían tenido ningún aborto voluntario anterior.
Respecto al estilo de vida, el 30,69 por ciento de las mujeres convivía en pareja. El 58,01 por ciento eran trabajadoras por cuenta ajena y el 65,52 por ciento eran de nacionalidad española. Aumentó ligeramente el porcentaje de mujeres con Bachillerato o FP similar y con estudios universitarios.
El 69,77 por ciento de las intervenciones se practicaron mediante el método quirúrgico, aunque el farmacológico es ya mayoritario en algunas comunidades como Cantabria (96,50 por ciento), Navarra (76 por ciento), Baleares (74 por ciento) La Rioja (68 por ciento), Galicia (59,6 por ciento) y Cataluña (55,74 por ciento).
En relación con el tipo de centro, el 81,45 por ciento de las IVE se practicaron en centros privados. El 46,50 por ciento de las mujeres no utilizaba ningún método anticonceptivo.
El Ministerio de Sanidad destaca la importancia de seguir trabajando en la educación sexual y reproductiva, así como en el acceso a métodos anticonceptivos, para reducir el número de embarazos no deseados, ante el dato de que en 2023 se registraron 10.934 IVE en menores de veinte años, lo que representa un aumento del 4,78 por ciento respecto a 2022.
Centros notificadores
El número de centros que han notificado intervenciones de IVE asciende a 230, frente a los 222 del año 2022. Los centros hospitalarios notificaron 16.845 IVE; 8.201 en públicos y 8.644 en privados. En centros extrahospitalarios se produjeron un total de 86.252: 10.924 en públicos y 75.328 en privados.
A petición de la mujer se produjeron un total de 98.850 interrupciones voluntarias del embarazo; por grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada, 3294; por riesgo de graves anomalías en el feto, 2688; y por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave e incurable, un total de 263.
Derecho al aborto: en Madrid solo clínicas privadas
CCOO de Madrid ha denunciado este 28 de septiembre de 2024, con motivo del Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro, que de las 20.574 interrupciones voluntarias del embarazo notificadas en la Comunidad de Madrid en el año 2023, solo 56 se practicaron en un hospital de la red del SERMÁS mientras que 20.518 lo fueron en clínicas privadas autorizadas, lo que supone un 0,27 por ciento del total (el año anterior fue un 0,30 por ciento).
CCOO recuerda que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho que forma parte de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud desde que se aprobó la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, en 2010; y sin embargo, en la Comunidad de Madrid solo siete de los hospitales que conforman la Red del Servicio Madrileño de Salud practicaron una de estas intervenciones.
A juicio de Lidia Fernández, secretaria de las mujeres de CCOO de Madrid «la situación de la interrupción voluntaria del embarazo en la Comunidad de Madrid es insostenible. Las mujeres de Madrid reclamamos poder decidir libremente cuándo ser madres o cuándo interrumpir nuestro embarazo. Y lo queremos hacer sin acoso, con garantías de calidad, en la sanidad pública y sin barreras de acceso».
