Leí este titular en una revista económica vinculada al Grupo Prisa/El País. Esa publicación coincidía con el principio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que tuvo lugar entre el 2 y el 13 de diciembre de 2019. Tuvo lugar en el mismo IFEMA de Madrid que durante estos días de pandemia ha servido como hospital de afectados por la pandemia COVID-19. 

Sorprendentemente, ese doble concepto de cielos-azules/planeta-verde era el que decía promover uno de los sectores del transporte –el aéreo- más dañinos para nuestra atmósfera. Hipocresía medioambiental de las empresas que más polucionan nuestro aire. Sucede algo parecido con la promoción de los coches eléctricos, que necesitan baterías de litio. Se trata de un material que se extrae en determinados lugares del planeta con métodos altamente contaminantes para la tierra y las fuentes de agua. 

De modo que se apartan los combustibles fósiles (petróleo, carbón, etcétera), que ensucian el aire de nuestras ciudades y aumentan el efecto invernadero, para pasar a destruir prácticas agrícolas tradicionales y recursos hídricos imprescindibles para la vida. De paso, se desprecian la opinión y los intereses de poblaciones y áreas afectadas. Con frecuencia, las autoridades nacionales y regionales legislan y deciden a favor de corporaciones planetarias que se presentan como simples proveedores de minerales y metales necesarios para la transición energética. 

Ecosistemas en los que la biodiversidad se mantiene a buen nivel y poblaciones que están desarrollando una economía suficiente, apoyándose en el medio ambiente y en la producción agroganadera sostenible, son así puestos en peligro. Además, esos proyectos de minería tampoco crean nunca -ése es su cebo- los empleos que prometen. Y la experiencia nos dice que esas actividades extractivas generan conflictos y son destructivas en muchos puntos del planeta. 

En el Día Mundial del Medio Ambiente, las plataformas ibéricas que luchan contra esas amenazas han expuesto con claridad de qué se trata en el siguiente comunicado. 

Incompatibilidad entre minería y desarrollo sostenible

El día 5 de junio de cada año desde 1974 está dedicado a recordar la necesidad del cuidado del medio ambiente, con acciones de sensibilización en temas ambientales, encaminadas este año a destacar la importancia de la biodiversidad.

Muchas partes del mundo se encuentran al límite de recursos esenciales como el agua, sin posibilidad de acceso a agua potable suficiente para cubrir necesidades básicas.

Estamos viviendo tiempos difíciles, en medio de una pandemia mundial que ha demostrado que las actitudes cambiantes sobre los problemas medioambientales pueden variar y mejorar el medio ambiente, tiempo éste en el que hemos podido verificar cuáles son las actividades reales y esenciales como las relacionadas al cuidado de la salud y el suministro de alimentos, unido al cuidado del medio que los produce.

La destrucción de nuestro medio ambiente, a través de actividades devastadoras como la minería, causa serias alteraciones eliminando recursos básicos y esenciales para nuestras vidas y nuestro medio económico.

Podemos afirmar así, que el COVID-19 ha llegado para demostrar cuánto destruimos y un mensaje claro de la naturaleza de que no hay retorno, a menos que las relaciones humanas e industriales cambien, reorganizando prioridades.

Las plataformas que formamos parte de la red antimininas a cielo abierto en la Península Ibérica, queremos aprovechar este día para señalar los principales impactos que puede causar la minería en nuestro medio ambiente, en nuestra biodiversidad y también denunciar las prácticas abusivas que se ejercen en las comunidades por parte de las multinacionales, que parecen no tener vigilancia de las leyes y de quienes las deben hacer guardar.

  • Exigimos que se investiguen a fondo las actividades llevadas a cabo en las últimas década en los terrenos de las antiguas minas de cobre y wolframio de Touro y San Fins en Galicia.
  • Exigimos que nuestros municipios sean declarados libres de minería y se declaren como estratégicas las actividades de agricultura, ganadería, forestal, turismo, pesca y marisqueo.
  • Exigimos que los gobiernos dejen de llamar utilidad pública a proyectos mineros de multinacionales de capital extranjero, a lo que consideramos debe denominarse lucro privado, en el que se prioriza esta actividad antes que otras ya instaladas en los territorios como son la agricultura y la producción de alimentos, desde Salave en Asturias a Alconchel en Badajoz, pasando por Covas do Barroso en Portugal, Sierra de Ávila, Retortillo en Salamanca, la Montaña de Cáceres, Morón de la Frontera en Sevilla.
  • Denunciamos la falta de transparencia de las administraciones a la hora de facilitar el acceso a la información de los proyectos mineros y/o de investigación, favoreciendo la opacidad de los proyectos a la ciudadanía que habita el territorio lo que puede permitir obviar y saltar los trámites medioambientales e incluso la propia legislación a quien incumple como sucede en Alconchel, Touro, Cáceres, San Fins.
  • Denunciamos que espacios protegidos, como Las Villuercas en Cáceres, un entorno declarado Geoparque mundial de la UNESCO, dentro de la Red Natura 2000, o la comarca de Sierra de Gata, que basan su desarrollo sostenible en el turismo rural y en la agroganadería tradicional se vean continuamente amenazados por proyectos devastadores.
  • Queremos que se depuren responsabilidades y se sancionen los daños medioambientales ocasionados por la minería contaminante, que tras muchos años no se han asumido ni por las empresas ni por las administraciones en todo el territorio en especial a las aguas y al medio natural.
  • Reiteramos la necesaria protección de las aguas y las sanciones a quienes de manera constante y continua se aprovechan de este bien esencial, natural y público, que eliminan, acaparan y contaminan de manera irreparable, produciendo drenaje de mina ácido, contaminación a las aguas de metales pesados o enormes balsas de aguas contaminadas a perpetuidad, siendo múltiples casos de los que podemos dar cuenta desde Llano del Beal en Murcia a Santa Comba, A Gudiña, Monte Neme, Touro en Galicia.
  • No toleramos vivir ni un solo día más, – como es el caso de Salave en Asturias y van quince años, Corcoesto en Galicia ocho años- con la amenaza continua y diaria de que nos echen de nuestras casas, nos cierren nuestros negocios de toda la vida, que destrocen nuestros lugares de convivencia por generaciones, a cambio de la acumulación de riqueza de unos pocos que ya son muy ricos.
  • No toleremos que nos digan ya más, dónde, cómo y hasta cuándo tenemos que vivir.
Mineria contra medio ambiente
Minería contra medio ambiente

Este comunicado está apoyado por las siguientes plataformas ciudadanas:

  • Asociación de Afectados por Metales Pesados de Cartagena, MURCIA
  • Asociación de protección medioambiental de la cuenca del Tamuja de CÁCERES
  • Guardiões da Serra da Estrela, PORTUGAL
  • No a la Mina de Uranio de SALAMANCA
  • Plataforma ciudadana Alconchel Sin Mina, BADAJOZ
  • Plataforma contra la fractura hidráulica de Campos de Montiel y la Mancha de CIUDAD REAL
  • Plataforma La Raya sin Minas de Valencia de Alcántara, CÁCERES
  • Plataforma No a la mina en la Sierra de ÁVILA Plataforma No a la mina en la Sierra de Yemas, ÁVILA
  • Plataforma No a la mina en el Valle del Corneja, ÁVILA
  • Plataforma No en mi Tierra de ZAMORA
  • Plataforma Oro No de ASTURIAS
  • Plataforma Salvemos Esparteros de Morón de la Frontera, SEVILLA
  • Plataforma Salvemos La Montaña de CÁCERES
  • Plataforma Salvemos las Villuercas de CÁCERES
  • Plataforma Sierra de Gata Viva de CÁCERES
  • Plataforma Tamuja de Plasenzuela, CÁCERES
  • Plataforma Vecinal Mina Touro o Pino Non de GALICIA
  • Plataforma Vida e Ria ou Minaria? de GALICIA
  • Red Contraminacción de GALICIA
  • Unidos em Defesa de Covas do Barroso de PORTUGAL

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