Los paisajes helados de Canadá, tres monstruosos camiones de dieciocho ruedas y el actor irlandés Lian Neeson («La lista de Schindler», «El infierno blanco», dos episodios de «Star Wars») son los protagonistas «Ice Road» (Ruta del hielo), una película de acción tan trepidante como se anuncia, que no deja un minuto de respiro al espectador, dirigida en su línea habitual por Jonathan Hensleigh («Irish Ganster», «El castigador») y que se estrena en los cines españoles el próximo viernes, 27 de agosto de 2021.
Tras el hundimiento de una mina de diamantes situada en el extremo norte canadiense, Mike, un «conductor del hielo» -especialidad generosamente pagada en aquellas latitudes, donde cada viaje es una aventura en la que se juega la vida- lleva a cabo una peligrosa misión de salvamento a todas luces imposible conduciendo, cuando ya ha empezado el deshielo, por las «rutas del hielo» –carreteras temporales creadas sobre ríos, lagos e incluso un océano congelado- para salvar a los mineros atrapados a diez metros de profundidad.
En el viaje le acompaña su hermano, un veterano de la guerra de Irak con problemas mentales. Un segundo camión va conducido por una joven autóctona del Gran Norte, muy rebelde y algo delincuente.
Película sin grandes pretensiones con espléndidos paisajes nevados y algunos sorprendentes efectos especiales en una historia clásica de peligros y traiciones. Buenos buenísimos con pasado dudoso, y malos malísimos para amantes del cine «todo acción», «Ice Road» tiene también su poquito de thriller y de proclama ecologista y de defensa de las minorías étnicas en uno de los países más desarrollados del mundo.