Facua Consumidores en Acción informa de que las tres grandes compañías energéticas que operan en España han aumentado sus beneficios netos hasta los 6534 millones de euros en 2021, el año en que los consumidores han sufrido las tarifas eléctricas más caras de la historia. Iberdrola obtuvo un beneficio de 3885 millones de euros, lo que representa un incremento del ocho por ciento con respecto al ejercicio anterior. Endesa, por su parte, ganó 1435 millones, un tres por ciento de crecimiento, mientras que Naturgy apuntó un beneficio de 1214 millones.

Se trata de la cifra de beneficios netos más alta de Iberdrola de los últimos diez años, mientras que para Endesa es el segundo año de subida -en 2019 bajó hasta sólo ganar 171 millones de euros desde los 1417 millones de 2018- y Naturgy ha recuperado beneficios tras haber sufrido pérdidas de 347 millones en 2020.

La cifra conjunta de beneficios netos de las tres compañías, 6534 millones de euros, es la segunda más alta de los últimos diez años, sólo superada por los 7126 millones que ganaron en total en 2014, año en el que también se encuadra el beneficio récord de Endesa de este periodo de tiempo, cuando ganó 3337 millones.

Máximos históricos

FACUA advierte que la desorbitada escalada del precio de la electricidad, junto con las insuficientes medidas del Gobierno para atajar esta problemática, ha contribuido a que el oligopolio eléctrico esté sumando enormes beneficios en un momento de crisis para muchas familias, que se están viendo imposibilitadas para hacer frente a las facturas.

La asociación recuerda que la factura eléctrica del usuario medio en 2021 con la tarifa semirregulada PVPC ha sido la más cara de la historia y se ha situado en 1116,04 euros, con una media de 93,00 euros mensuales. Son más de 29 euros por encima de la medida mensual de 2020, lo que supone un incremento de un 46,1 por ciento.

Además, este año ha superado al que había sido hasta entonces el que tenía los precios más altos, 2012, cuando el usuario medio pagó 958,41 euros, con una media de 79,87 euros al mes.

En este sentido, FACUA considera lamentable que el Gobierno se haya plegado a los intereses del oligopolio energético y siga sin acometer nuevas medidas para reducir las tarifas eléctricas una vez que se han mostrado claramente insuficientes las llevadas a cabo en junio -bajada del IVA- y septiembre -bajada de los cargos regulados y el impuesto especial sobre la electricidad-. Los recortes en los beneficios caídos del cielo de las eléctricas han sido finalmente muy inferiores a los miles de millones prometidos por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Iberdrola

Según han informado las compañías, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola creció en otro veinte por ciento, hasta alcanzar los 12.000 millones de euros, mientras que Endesa consiguió un crecimiento del seis por ciento respecto de 2020, hasta los 4278 millones, y Naturgy logró un Ebitdu de 3529 millones de euros, un 2,3 por ciento más.

La energética presidida por Ignacio Sánchez Galán destacó que este impulso en las ganancias de 2021, en que se había fijado una meta de 3800 millones de euros, se debió, principalmente, al buen comportamiento operativo en Estados Unidos y Brasil, a la nueva capacidad instalada, así como al mayor peso de los activos regulados de redes y la fortaleza financiera.

De esta manera, Iberdrola señala que los buenos resultados de 2021 y las perspectivas de futuro en el negocio renovable le permiten reafirmar sus previsiones de crecimiento para 2022, año en el que espera alcanzar un beneficio de entre 4000 y 4200 millones de euros.

Con estos resultados, la compañía consigue que la remuneración al accionista crezca un cinco por ciento, situándose en los 0,44 euros por acción para el ejercicio. Así, el consejo de administración propondrá a la Junta General de accionistas un dividendo complementario de 0,27 euros brutos por acción, a los que hay que sumar el dividendo a cuenta de 0,17 euros brutos por acción abonado febrero.

Endesa

Por otro lado, Endesa ha señalado que el incremento de sus ganacias se produjo a pesar de contabilizarse un deterioro de los activos de generación eléctrica en los territorios no peninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla) de 652 millones, relacionado con la situación prevista de los mercados de materias primas y los costes que se prevén recuperar en la regulación por estos conceptos, así como con los cambios contemplados en la estructura de generación futura y sus efectos en la generación térmica actual.

En cuanto al beneficio Ebitda, la compañía dirigida por José Bogas ha señalado que el crecimiento se debe a la contabilización de ingresos extraordinarios de 300 millones derivados de la anulación judicial del canon hidráulico 2013-2020 y de otros 186 millones por la recuperación de los costes de CO2 del año 2006 igualmente por sentencia judicial; así como en los esfuerzos de gestión en los distintos negocios para tratar de paliar el impacto de la citada subida excepcional de los precios del gas.

El grupo registró un beneficio ordinario neto de 1902 millones de euros, un 11 por ciento inferior al de 2020, aunque superior en un 12 por ciento a la hoja de ruta que se había marcado de 1700 millones de euros en noviembre.

Así, el dividendo a repartir a los accionistas superará las estimaciones en un 11 por ciento, hasta situarse en los 1,44 euros por acción. Endesa abonará el 80 por ciento de su beneficio ordinario neto de 2021 a sus accionistas, porcentaje que se situará en el 70 por ciento sobre los beneficios de 2022, 2023 y 2024 para adecuarlo a la inversión bruta prevista para los próximos años.

Naturgy

Naturgy, que ha obtenido un beneficio neto de 1214 millones de euros en contraste con las pérdidas de 347 millones de 2020, ha señalado que los costes de restructuración del plan de bajas voluntarias de empleados en España y la penalización por el cese de algunos contratos de gas en el último trimestre del año se vieron compensados por las plusvalías de la venta de CGE Chile y el acuerdo con Unión Fenosa Gas (UFG), y la reversión de la provisión del canon hidráulico 2013-2020 durante el último trimestre de 2021.

El capex -inversiones en bienes de capital- total de la compañía presidida por Francisco Reynés ascendió a 1484 millones de euros en 2021, un 16 por ciento más que el año anterior, debido, principalmente, a las mayores inversiones en desarrollos renovables en Australia, España y Estados Unidos, así como por mayores inversiones en comercialización.

La deuda neta a cierre del año pasado de la energética se situaba en los 12.831 millones de euros, lo que representa un ratio deuda financiera neta/Ebitda de 3,6 veces, frente a las 3,9 veces a 31 de diciembre de 2020.

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