Cerca de medio millón de personas en la Franja de Gaza, al menos una de cada cinco, se enfrentan a una hambruna catastrófica al alcanzarse la Fase cinco de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria, según han informado alarmadas diecisiete agencias del sistema de las Naciones Unidas y organizaciones civiles aliadas, informa la IPS.
El secretario general de la ONU, António Guterres, «está alarmado por los resultados, publicados hoy, de que una de cada cinco personas en Gaza se enfrenta a la inanición», indica un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) de la organización mundial.
Según el último análisis, si bien 470.000 personas son las amenazadas de entrar en la grave fase de inanición por falta de alimentos, el conjunto de 2,16 millones de habitantes de ese territorio palestino sufren inseguridad alimentaria aguda.
El informe proyecta que 71.000 niños y más de 17.000 madres necesitarán tratamiento urgente por desnutrición aguda, al cabo de más de setenta días de prohibición impuesta por las autoridades israelíes a la entrada de cualquier tipo de suministros a Gaza, independientemente de su importancia para la supervivencia de la población.
La Franja de Gaza, de 365 kilómetros cuadrados junto al Mediterráneo oriental, es escenario desde octubre de 2023 de una ofensiva militar a gran escala por parte del ejército de Israel, que ha destrozado la mayor parte de todo lo edificado en ese territorio y forzado a casi noventa por ciento de la población a huir de sus hogares.
El conflicto se inició después de que la milicia islamista Hamas, basada en Gaza, atacó el sur israelí, murieron cerca de 1200 personas y 250 fueron tomadas como rehenes. La ofensiva de Israel, que continúa, ha causado casi 53.000 muertos y 120.000 heridos.
El informe de la Ocha, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras agencias, da cuenta de que «las reservas se han agotado, las panaderías han cerrado, los comedores comunitarios cierran a diario y la gente se muere de hambre».
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, expresó en la red social X que «no necesitamos esperar una declaración de hambruna en Gaza para saber que la gente ya está muriendo de hambre, enferma y muriendo, mientras que los alimentos y las medicinas están a minutos de distancia, al otro lado de la frontera».
«El análisis publicado hoy muestra que, sin acceso inmediato a alimentos y suministros esenciales, la situación seguirá deteriorándose, causando más muertes y desembocando en hambruna», añadió Tedros.
Centenares de camiones cargados con ayuda para la población de Gaza aguardan, principalmente en territorio de Egipto, autorización de los mandos israelíes para poder entrar a la Franja.
La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain, afirmó que las familias se mueren de hambre mientras los alimentos que necesitan se encuentran en la frontera.
«Es imperativo que la comunidad internacional actúe con urgencia para que la ayuda vuelva a fluir a Gaza. Si esperamos hasta que se confirme la hambruna, ya será demasiado tarde para muchas personas», dijo McCain.
Las agencias dan cuenta de que en el terreno, junto a Gaza, han preposicionado suficientes suministros, incluyendo más de 116.000 toneladas de alimentos, para «responder a las necesidades de la población a gran escala con rapidez y eficiencia, como lo hicieron durante el alto el fuego de 42 días a principios de este año».
Esas reservas son suficientes para alimentar a un millón de personas durante un máximo de cuatro meses. «Pero para lograrlo, los cruces fronterizos hacia Gaza deben abrirse de inmediato y debe respetarse plenamente el derecho internacional humanitario», insiste el reporte de la ONU.
En Gaza aún funcionaban este lunes 12 de mayo 2025 comedores comunitarios que alcanzaron a preparar y entregar unas 260.000 comidas calientes en toda la Franja. La cifra supone una disminución de setenta por ciento respecto de las 840.000 comidas entregadas hace una semana: las reservas se agotan rápidamente.
La Ocha también subraya que la asistencia humanitaria no se limita a los alimentos; incluye visitar a las personas en sus comunidades, evaluar necesidades, identificar a quienes corren el riesgo de quedar rezagados, y movilizar apoyo en todos los sectores: alimentos, pero también agua, higiene, salud, nutrición, educación y más.