Activistas de Greenpeace han colocado a primera hora de este 13 de octubre de 2020 una mascarilla gigante en una escultura de la plaza de Colón (Madrid) en la que se lee «Pandemia Climática±. A su lado, otra pancarta señala «La inacción nos ahoga».
En un contexto de crisis sanitaria y socioeconómica extraordinarias, la organización ecologista insiste, con esta acción, en la urgencia de prevenir los peores efectos de la emergencia climática que afronta el planeta.
«Ante la crisis climática, solo existe una solución: reducir de forma drástica las emisiones de CO2. Si continuamos poniendo en riesgo la salud del planeta, nos tendremos que enfrentar a muchas más crisis sanitarias y socioeconómicas como la que estamos viviendo ahora por la COVID-19», ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
La organización ecologista, que ha analizado en profundidad los borradores de la Ley nacional de Cambio Climático, del Plan Nacional de Clima y Energía y de la Estrategia a Largo Plazo, denuncia que ninguno de ellos establece los objetivos recomendados por la ciencia para asegurar que no se supera en 1,5 grados la temperatura global, tal y como exige el Acuerdo de París.
Greenpeace recuerda, además, la importancia de que los fondos destinados a la recuperación económica y social del país aprobados la semana pasada aseguren la reducción rápida de las emisiones: no se trata sólo de destinar un 37 por ciento del presupuesto previsto a inversión verde, sino de definir con exactitud qué significa esta y garantizar que está alineada con las recomendaciones científicas y que en ningún caso se destina a mantener los sectores contaminantes.
Recientemente, Greenpeace, junto con Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón, demandaron al Gobierno español por su inactividad frente al cambio climático. El recurso interpuesto ya ha sido admitido a trámite por el Tribunal Supremo, lo que ha dado inicio a un proceso histórico: el primer litigio climático en España.
Los próximos meses son clave para aumentar los objetivos climáticos y alinearlos con la ciencia, que para España deben ser la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos el 55 por ciento en 2030 respecto a 1990 y alcanzar el cero neto de las emisiones en 2040.
En el contexto europeo, los jefes de Estado y de Gobierno de todos los países miembros se reunirán los próximos 15 y 16 de octubre en el Consejo Europeo para decidir sobre los objetivos climáticos para la Unión Europea y los planes para la recuperación económica, tras la reciente decisión del Parlamento Europeo de elevar el objetivo de reducción de emisiones para 2030 al 60%. Este es el motivo por el que miles de personas en toda Europa han tomado las calles y las redes sociales para exigir a los Gobiernos que den un paso al frente en la acción por el clima.