El último informe del Grupo de Trabajo II del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) alerta sobre la necesidad de revisar de forma urgente las políticas climáticas y energéticas para no superar el calentamiento de 1,5 ºC y sostiene que sólo protegiendo y restaurando los ecosistemas podremos aumentar su resistencia frente al calentamiento, informa Greenpeace.
En la evaluación más completa de los impactos del clima efectuada hasta la fecha, el IPCC ha presentado este 28 de febrero 2022 su último informe de evaluación científica a los gobiernos de todo el mundo.
Centrándose en los impactos, la adaptación y la vulnerabilidad, el informe expone, con un detalle aleccionador, la gravedad de los impactos del cambio climático, que están causando pérdidas y daños generalizados a personas y ecosistemas de todo el mundo.
«El informe es una lectura muy dolorosa. Pero sólo si nos enfrentamos a estos hechos de frente, con una honestidad brutal, podremos encontrar soluciones que estén a la altura de los desafíos interconectados», ha declarado Kaisa Kosonen, asesora política principal de Greenpeace Países Nórdicos y experta en estos informes.
Desde la anterior evaluación, los riesgos climáticos están apareciendo con mayor rapidez y serán más graves que antes. El IPCC concluye que la mortalidad por inundaciones, sequías y tormentas fue quince veces mayor en los países altamente vulnerables durante la última década, en comparación con los países de muy baja vulnerabilidad. El informe también reconoce la importancia crucial de luchar juntos contra la crisis climática y ecosistémica, que están interconectadas. Sólo protegiendo y restaurando los ecosistemas podremos aumentar su resiliencia frente al calentamiento y proteger todos sus beneficios de los que depende el bienestar humano.
Greenpeace alerta de que para muchas personas, la emergencia climática es ya una cuestión de vida o muerte, ya que los hogares y el futuro están en juego. Esta es la realidad que viven numerosas comunidades en el continente africano, como la de Mdantsane, que han perdido a sus seres queridos y sus posesiones vitales, y la de los residentes de Qwa Qwa, que no pueden acceder a servicios sanitarios vitales ni a la escuela como consecuencia del clima extremo.
Reducción de emisiones
El IPCC recoge que las perspectivas de desarrollo resiliente al clima son cada vez más limitadas si las emisiones no disminuyen rápidamente, especialmente con la posibilidad de superar los 1,5 grados centígrados de calentamiento global a corto plazo.
Si superamos el 1,5 °C, aunque sea temporalmente, las cosas empeorarán mucho. Las acciones a corto plazo que limiten el calentamiento global a cerca de 1,5 °C reducirían sustancialmente las pérdidas y los daños previstos, pero no pueden eliminarlos todos.
«El informe definirá la política climática, lo quieran o no los líderes. El año pasado, en la cumbre del clima de la ONU celebrada en Glasgow, los gobiernos admitieron que no están haciendo lo suficiente para cumplir el límite de calentamiento de 1,5 °C del Acuerdo Climático de París, y prometieron revisar sus objetivos nacionales para finales de 2022», ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña contra el cambio climático de Greenpeace.
Añade que «para limitar más impactos y peligros causados por el cambio climático hay que abandonar los combustibles fósiles sin ninguna demora y poner fin a las enormes subvenciones que reciben. Los planes de eliminación de los combustibles fósiles deben incluir y apoyar a las personas trabajadoras y a las comunidades afectadas y ofrecer una transición justa hacia la independencia energética y un mejor futuro económico y laboral. Invertir en el futuro y dejar de rescatar a una industria moribunda es lo que necesitamos».
En la próxima cumbre climática, la COP27, que se celebrará en Egipto a finales de este año 2022, los países tendrán que abordar también las conclusiones actualizadas del IPCC sobre la creciente brecha en materia de adaptación, sobre las pérdidas y los daños, y sobre las profundas injusticias.
Restaurar y proteger los ecosistemas
El informe subraya cómo los cambios de uso del suelo, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la sobreexplotación determinan las capacidades de la naturaleza, las sociedades, las comunidades y los individuos para adaptarse al cambio climático.
Reconoce también que la restauración y conservación efectivas de los ecosistemas de aproximadamente el 30% al 50% de las zonas terrestres, de agua dulce y oceánicas de la Tierra ayudarán a proteger la biodiversidad, a aumentar la resiliencia de los ecosistemas y a garantizar los servicios esenciales de los mismos.
El barco de Greenpeace, el Arctic Sunrise, se encuentra en una expedición en la Antártida durante la cual se acaba de constatar un récord mínimo histórico del hielo marino de la Antártida.
La organización ecologista reclama que unos océanos sanos son la clave para reducir los impactos del colapso climático y que por ello se debe actuar ahora, acordando un sólido Tratado Mundial sobre los Océanos en las Naciones Unidas el próximo mes para permitir la protección de al menos el treinta por ciento de los océanos del mundo para 2030.
Greenpeace afirma que al proteger al menos el treinta por ciento del océano con una red de santuarios, los ecosistemas marinos pueden recuperarse y ayudar a protegernos a todos contra los impactos de la crisis climática, recordando que el océano ha absorbido entre el veinte y el treinta por ciento de las emisiones de carbono en los últimos cuarenta años.
Demandas judiciales ante la inacción climática
Greenpeace sostiene que este informe refuerza la gran cantidad de evidencia científica ya existente y constituye una pieza clave para los litigios climáticos que se están sucediendo en todo el mundo denunciando que la falta de acción contra el cambio climático vulnera los derechos humanos.
Las comunidades vulnerables por el cambio climático seguirán reivindicando sus derechos humanos, exigiendo justicia y pidiendo cuentas a los responsables. En el último año se ha dictado un número sin precedentes de decisiones clave con repercusiones de gran alcance. Al igual que los impactos en cascada del clima, todos estos litigios climáticos están conectados y refuerzan el efecto dominó por la justicia climática.
«Este nuevo informe del IPCC es una pieza esencial para los litigios climáticos, para hacer que los gobiernos y las empresas actúen con urgencia. En el Juicio por el Clima español, en el que varias organizaciones ecologistas y de derechos humanos hemos demandado al Gobierno de España por su inacción ante el cambio climático, el Tribunal Supremo está deliberando y dictando la sentencia en estos días. Además de los sólidos argumentos que les hemos brindado a lo largo de todo el proceso, estamos convencidos de que la lectura de este nuevo informe del IPCC no los dejará indiferentes y constituirá un motivo más para fallar en contra del Gobierno, obligándolo a reducir las emisiones en un 55 por ciento para 2030, respecto a las de 1990», ha declarado Lorena Ruiz-Huerta, abogada de Greenpeace que lidera el litigio climático contra el Gobierno de España.
A la contribución del Grupo de Trabajo II a la Sexta Evaluación del IPCC le seguirá en abril la del Grupo de Trabajo III, que evaluará las formas de mitigar el cambio climático. La historia completa del Sexto Informe de Evaluación del IPCC se reunirá entonces en el Informe de Síntesis en octubre.