La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha hecho público que el consumo y los niveles circulantes más altos de ácidos grasos trans que se encuentran en alimentos procesados industriales y las grasas para freír pueden estar asociados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer en los ovarios.
Una investigación desarrollada por científicos internacionales en mujeres con cáncer en Europa sugiere que la reducción en el consumo de alimentos procesados industrialmente, incluida la comida rápida, podría ayudar a reducir el riesgo de cáncer de ovario así como muchas otras enfermedades crónicas y otros tipos de cáncer.
Los investigadores analizaron datos de 1486 casos incidentes de ese tipo de cáncer. Los ácidos grasos trans industriales ya están asociados con la obesidad y la inflamación, que son factores de riesgo conocidos para el cáncer.
«Aunque algunos estudios a pequeña escala ya habían sugerido un posible vínculo entre el consumo de ácidos grasos trans y el riesgo de cáncer de ovario, la evidencia aún no era concluyente. Este es el primer estudio prospectivo a nivel europeo que muestra una relación entre la ingesta de ácidos grasos trans industriales y el desarrollo de cáncer de ovario», explicó en un comunicado el doctor Inge Huybrechts, uno de los autores del estudio.
Huybrechts añadió que anteriormente la ingesta dietética de ácidos grasos trans industriales se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama así como de cáncer de próstata y colorrectal en la literatura científica.
El cáncer de ovario, que representó 295.414 casos nuevos y 184.799 muertes en 2018 en todo el mundo, es el octavo tipo de cáncer más común y la octava causa más común de muerte por cáncer en las mujeres.
Debido a que la incidencia del cáncer de ovario está aumentando en todo el mundo, se necesitan urgentemente estrategias de prevención; sin embargo, se han identificado pocos factores prevenibles, asegura el informe.
Eliminar las grasas trans del menú
«Estos nuevos hallazgos están en línea con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de eliminar los ácidos grasos trans industriales de los alimentos», aseguró el doctor Marc Gunter de Agencia Internacional.
«Este estudio proporciona nueva evidencia de que la reducción en el consumo de alimentos procesados industrialmente, incluida la comida rápida, podría ayudar a reducir el riesgo de cáncer de ovario y muchas otras enfermedades crónicas, incluidos otros tipos de cáncer, que están relacionadas con un mayor consumo de ácidos grasos trans industriales», concluyó.
Hasta la fecha, los datos experimentales sobre los efectos de los ácidos grasos trans industriales en el desarrollo del cáncer son limitados. Los expertos aseguran que esto dificulta la interpretación de las vías biológicas subyacentes a la asociación entre la ingesta de ácidos grasos trans industriales y el desarrollo de cáncer de ovario.
Sin embargo, los datos de estudios experimentales y epidemiológicos han sugerido que los ácidos grasos trans industriales definitivamente afectan la obesidad, el estrés oxidativo y la inflamación.