Los equipos de MSF llevan meses observando un notable aumento en el número de niños con infecciones respiratorias agudas y advierten de que los bebés prematuros o nacidos con bajo peso son más vulnerables a sufrir hipotermia.

La actual guerra de Israel contra Gaza ha desplazado por la fuerza a más de 1,9 millones de personas, obligando a las familias a soportar el invierno en frágiles tiendas improvisadas que no cuentan con una mínima protección contra el frío ni aislamiento suficiente para la lluvia.

Los niños y niñas son especialmente vulnerables a los riesgos para la salud a medida que las temperaturas van bajando, y las familias siguen sin acceso adecuado a artículos esenciales como agua, alimentos y refugios adecuados.

Tres bebés, todos menores de un mes, llegaron sin vida al hospital Nasser, en Jan Yunis, el pasado 25 de diciembre. Según el Ministerio de Salud, fallecieron debido a las bajas temperaturas.

«Ninguno de ellos tenía antecedentes de enfermedades crónicas. Simplemente sufrieron una bajada de la temperatura corporal por el frío», explica Mohammad Abu Tayyem, pediatra del Hospital Nasser.

Estos niños vivían en tiendas en Al Mawasi, en el sur de Gaza, donde miles de personas han sido desplazadas por las fuerzas israelíes y viven en condiciones de hacinamiento e insalubridad, y dinde con la llegada del invierno, las condiciones en estas tiendas se han vuelto insoportables.

La mayoría no puede permitirse medios para mantenerse calientes, como leña, gas o mantas, que pueden costar hasta discientos dólares cuando están disponibles en los mercados locales de Gaza.

«El invierno pasado, aunque las personas ya estaban desplazadas y las condiciones eran difíciles, todavía había algunos edificios para refugiarse. Hoy, tras casi quince meses de guerra y la destrucción de casi todas las infraestructuras, la mayoría de la gente en Gaza vive en tiendas que apenas aíslan del viento, frío y la lluvia», señala Pascale Coissard, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza.

En el departamento de pediatría que MSF apoya en el hospital Nasser, el impacto de la catástrofe humanitaria en la salud de los niños y niñas es evidente. Nuestros equipos en la unidad de cuidados intensivos neonatales tratan a pequeños con infecciones respiratorias, deshidratación y recién nacidos prematuros con complicaciones, condiciones que pueden ser mortales. Entre octubre y diciembre de 2024, la unidad apoyada por MSF ha registrado 325 ingresos.

«Nuestras actividades en atención pediátrica, neonatal y obstétrica son solo una gota en el océano de enormes necesidades médicas en Gaza. Un alto el fuego inmediato y duradero es la única solución para aliviar el sufrimiento de la población palestina y garantizar el acceso a la atención médica y la ayuda humanitaria», concluye Coissard.

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