Los emigrantes gallegos procuran hacer coincidir la fecha de sus vacaciones con las fiestas del pueblo en el que nacieron y vivieron una parte importante de sus vidas, porque la fiesta es algo más que una celebración lúdica o religiosa, crea lazos muy fuertes con el ambiente, la familia, el paisaje y las gentes. Un mundo que se recupera cada año asistiendo a una realidad que nos transporta a un pasado que revive a través de la nostalgia.
También para quienes no se han movido de su tierra la fiesta es un hito importante, una celebración de la memoria, un momento especial de vida, una ruptura con la rutina, una ocasión para lo excepcional. Para todos, la fiesta es también un ámbito de libertad.
En esa historia icónica de Galicia que el fotógrafo Xurxo Lobato está llevando a cabo desde hace lustros, le toca el turno ahora a las fiestas que se celebran a lo largo del año en todo el territorio de la comunidad. Antes fueron el mundo rural, el paisaje y las tradiciones («El paisaje intervenido»), el Camino de Santiago («La flecha amarilla»), la Galicia marinera («Vento nas velas»), las ciudades, los espacios naturales, la gastronomía, el arte, la cultura y el patrimonio («Imaxes de arte en Galicia») o las gentes («Rostros da memoria») los temas que ocuparon buena parte de la obra fotográfica de Xurxo Lobato.
Ahora son las fiestas las que llenan las páginas del último libro del fotógrafo coruñés. «Galicia es una fiesta» es un amplio recorrido por las celebraciones de pueblos y ciudades de las cuatro provincias gallegas hecho con el esmero y la calidad que caracterizan la obra de Lobato. Los textos de Felipe Senén y Omayra Lista (en gallego, inglés y castellano) historian y contextualizan la importancia de la fiesta en las sociedades de todos los puntos cardinales de Galicia.
A lo largo de las imágenes de este fotolibro viajamos por los orígenes de una parte importante de la cultura de Galicia y de su historia, por la importancia de los trabajos y los días, la vendimia y la trilla, las creencias religiosas y los ritos paganos, la gastronomía y las tradiciones musicales, la danza y los cantares populares. Los ritos religiosos, las misas y las procesiones se mezclan con los tenderetes y las atracciones de feria, los puestos de rosquillas, las tómbolas, las gaitas y los pasacalles, las bombas de palenque y los fuegos artificiales.
Las fotografías de Xurxo Lobato captan la alegría de los festejos y el fervor de las celebraciones religiosas, el movimiento de los cuerpos y el esplendor de las vestimentas y los aderezos, los rituales paganos y religiosos y los resplandores de las hogueras, la representación de la guerra y el dolor dramático de los naufragios. El color es el gran protagonista de estas fotografías. Un color que estalla en mil expresiones cromáticas en las que se combinan todos los elementos: los cielos azules y los verdes del mar y la campiña, los trajes y los disfraces, las crines de los caballos, la cerina de los exvotos y las velas de las iglesias…
Es imposible dedicar un libro que hable de todas las fiestas que se celebran en las más de cuatro mil parroquias y municipios de Galicia. Xurxo Lobato ha seleccionado algunas de las más renombradas, pero los lectores harán aquí descubrimientos de fiestas que únicamente conocen los muy cercanos a los lugares en los que se celebran. Las fiestas están ordenadas cronológicamente por los días en que se celebran a lo largo del año, comenzando por Os Fachos de Castro Caldeas, en enero, que recuerda, por cierto, un brote de peste que hace siglos sufrió la villa.
Entre las fiestas religiosas destacan las de la Semana Santa de Viveiro y Ferrol, con sus procesiones de Os Caladiños; las del Corpus de Ponteareas y sus alfombras florales, el Carmen de Camariñas y su procesión marítima… y sobre todas ellas, por su importancia, las del Apóstol en Santiago de Compostela. Relacionadas con la religión están también las dedicadas a vírgenes y santos milagreros: Nosa Señora do Corpiño en Lalín, Santa Marta de Ribarteme, a Franqueira en A Cañiza, o el Nazareno de Pobra do Caramiñal. Muchas de las romerías se celebran con motivos religiosos en torno a iglesias, basílicas y ermitas, como la de Santo Adrian do Mar en Malpica o Nosa Señora da Barca en Muxía.
El turismo y la divulgación gastronómica han popularizado las fiestas del cocido de Lalín, del pulpo en Carballiño, los magostos de Ourense y Folgoso do Caurel, las lampreas de Arbo, el albariño de Cambados y el marisco de O Grove. Hay fiestas dedicadas a celebraciones de hechos históricos como la llegada de la carabela Pinta a Baiona tras el primer viaje de Colón, la Reconquista de Vigo a los franceses durante la guerra de la Independencia, la fundación de la ciudad de Lugo, las invasiones vikingas de Catoira. Hay aquí fotografías excepcionales de las rapas das bestas de Sabucedo y Candaoso, de las hogueras de San Juan, de los Maios… Y junto a las de más tradición histórica, están las de reciente creación, como el Festival celta de Ortigueira (aunque tenga ya más de cuarenta años).
Tratamiento aparte merecen a Xurxo Lobato las fiestas del entroido o carnaval gallego, con cientos de manifestaciones tradicionales de paganismo en las que se mezclan la diversión, la crítica y la sátira. Villas y municipios de las cuatro provincias conservan rituales, vestimentas, máscaras y espectáculos que el fotógrafo recoge en todo su esplendor en las páginas de este libro insólito.
Por todo ello es una verdadera tragedia social y cultural que en este 2020, a causa de la pandemia del coronavirus, no se hayan podido celebrar la mayor parte de estas y otras fiestas que Xurxo Lobato recoge en este fotolibro.