La Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo (Madrid) ha ordenado el desalojo de la instalación «El Palomar», cedida en 2013 a la Asociación Vecinal de Las Tablas mediante una autorización demanial. La entidad, que tiene ocho días para abandonar el lugar, lo utiliza en estos momentos como despensa solidaria de alimentos para familias vulnerables del distrito.

El concejal del distrito de Fuencarral-El Pardo, Javier Ramírez Caro (Partido Popular), ha notificado este 12 de junio de 2020 a la Asociación Vecinal de Las Tablas la extinción de la autorización demanial concedida en el año 2013 para hacer uso de la instalación municipal conocida como «El Palomar de Las Tablas», que la entidad utiliza como sede social.

En la comunicación, Ramírez Caro otorga un máximo de ocho días a la asociación para desalojar el inmueble, extremo que se produce encontrándose vigente el estado de alarma declarado por el Gobierno debido a la crisis del coronavirus y coincidiendo con el uso de la instalación como «despensa solidaria». El local alberga alimentos y productos básicos donados por las familias del barrio.

La Asociación Vecinal de Las Tablas, como participante en la Red de Apoyo Mutuo de Fuencarral-El Pardo -compuesta por una docena de entidades-, distribuye desinteresadamente estos productos a familias vulnerables que han sufrido gravemente los trastornos socioeconómicos de la COVID-19. Confirmando su animadversión hacia las entidades vecinales, Ramírez Caro denegó, la semana pasada, el permiso para una recogida solidaria de alimentos organizada en Montecarmelo por la asociación de dicho barrio, también participante en la Red.

«El local es usado para actividades de interés general con absoluta satisfacción por la mayoría de los vecinos y vecinas de Las Tablas, que no disponen de ningún centro cultural, biblioteca o deportivo, a excepción de El Palomar, para que las familias puedan tener actividades socioculturales en el barrio», afirma Lorenzo Álvarez, presidente de la entidad.

En el año 2008, el Ayuntamiento de Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) firmaron un acuerdo para el desarrollo de distintas dotaciones e infraestructuras en los, entonces, nuevos barrios de la ciudad. Los distintos gobiernos municipales que se han sucedido, todos del PP a excepción de los cuatro años de Ahora Madrid, han incumplido reiteradamente dicho plan, y el barrio continúa sin dotaciones.

El Palomar, cedido en 2013 por el entonces concejal José Antonio González de la Rosa (Partido Popular) a la Asociación Vecinal de Las Tablas, acoge desde entonces actividades medioambientales, culturales y socioeducativas.

La decisión del Ayuntamiento de Madrid supondrá el despido de diecisiete docentes y el cese de estas actividades, que sumaban a 400 alumnos y alumnas y que ahora tendrán que salir del barrio para seguir continuando con sus actividades de ocio.

También supone el final del proyecto de huerto urbano existente en el interior de las instalaciones de El Palomar, que cada fin de semana recibía a decenas de familias hortelanas, que desinteresadamente mantenían el huerto y las cuales recibían formación en agricultura.

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