El papa Francisco ha llamado a no usar el nombre de Dios para aterrorizar, con motivo del Día Internacional del Recuerdo de las personas víctimas de violencia por su religión o creencias, celebrado este 22 de agosto de 2020, y ha recordado el documento sobre Fraternidad Humana suscrito con el imán Ahmed al-Tayyeb.
El Papa publicó este tuit: «Dios no necesita ser defendido por nadie y no desea que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente. Les pido a todos que dejen de usar las religiones para incitar al odio, la violencia, el extremismo y al fanatismo ciego. #FraternidadHumana»
Dios no necesita ser defendido por nadie y no desea que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente. Pido a todos que cese la instrumentalización de las religiones para incitar al odio, a la violencia, al extremismo y al fanatismo ciego. #FraternidadHumana
— Papa Francisco (@Pontifex_es) August 22, 2020
Fraternidad Humana se refiere al Documento firmado en febrero de 2019 por el papa Francisco y el imam de Al-Azhar, Ahmed al-Tayyeb, en Abu Dhabi.
«Declaramos firmemente –podemos leer en el texto– que las religiones nunca incitan a la guerra y no solicitan sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre. Estas desgracias son fruto de la desviación de las enseñanzas religiosas, del uso político de las religiones y también de las interpretaciones de grupos de religiosos que han abusado en determinadas fases de la historia– de la influencia del sentimiento religioso en los corazones de los hombres para llevarlos a lograr lo que no tiene nada que ver con la verdad de la religión, con fines políticos y económicos mundanos y ciegos».
«Por eso, añaden los firmantes, pedimos a todos que dejen de usar las religiones para incitar al odio, la violencia, el extremismo y el fanatismo ciego y que dejen de usar el nombre de Dios para Justificar actos de homicidio, exilio, terrorismo y opresión. Lo pedimos por nuestra fe común en Dios, que no creó a los hombres para que los mataran o se enfrentaran, ni para que fueran torturados o humillados en su vida y en su existencia. De hecho, Dios, el Todopoderoso, no necesita ser defendido por nadie y no quiere que su nombre se use para aterrorizar a la gente».