Francia: cae el gobierno minoritario de Bayrou

La izquierda reclama la dimisión de Macron

Una mayoría parlamentaria ha rechazado este lunes 8 de septiembre 2025 el voto de confianza que solicitaba el primer ministro de Francia, François Bayrou, provocando por 364 votos contra y 194 a favor su anunciada e irremediable caída.

Un alivio sin duda que frena por el momento la anunciada política macronista de austeridad, si bien la crisis política sigue abierta ante la actitud de un presidente monarca que acaba de quemar su cuarto fusible gubernamental.

Nadie eligió a Bayrou y tan solo y minoritario como llegó salió hoy de la Asamblea Nacional, mientras que sus intercambiables e inútiles ministros se van con él, aunque tratarán de volver a ocupar sus confortables cargos y privilegios en el próximo ejecutivo.

Tras largas semanas de negociaciones y encuentros entre bastidores entre Bayrou y los dirigentes de algunos partidos políticos, los socialistas, la ultraderecha e incluso algunos parlamentarios de LR (la derecha más conservadora) declararon su decepción por la ausencia de propuestas concretas del primer ministro, al que unos y otros pedían en ese juego político mínimas concesiones pero no encontraron respuesta alguna, Bayrou no tenía bastantes lentejas que ofrecer, lo que hacía previsible la caída del gobierno.

El socialista Olivier Faure, tras renunciar al programa de la Nueva Unión Popular que le permitió sobrevivir en las legislativas, no esconde ahora su intención de llegar a ser primer ministro de Macron, a condición que el monarca sea más generoso que lo fue el caído Bayrou. Si tal fuera el caso, pienso que Faure, al aceptar la continuidad presidencial de Emmanuel Macron y de su política en favor de una élite multimillonaria, pasará a la historia como el definitivo sepulturero de lo que un día fue el Partido Socialista Francés.

Recordemos que solamente la izquierda parlamentaria, es decir hoy en día los ecologistas y LFI la France insumisa, se negaron a participar en esa parodia de diálogo con un gobierno tan minoritario como ilegítimo, nacido del no reconocimiento por Macron de los resultados de las últimas elecciones legislativas.

Con su antidemocrática interpretación de la Constitución de la Quinta República, Macron sigue hundiendo al país en una crisis política de esas que antes se reprochaban a la Cuarta república parlamentaria. La realidad es que Macron sigue sin aceptar su derrota y como monarca minoritario se aferra al poder.

De nuevo tiene hoy, como tras su derrota en las legislativas, varias opciones: nombrar un nuevo primer ministro a su imagen y semejanza, que no tendrá tampoco la mayoría en el parlamento. Disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones legislativas; o bien lo que sería más razonable: dimitir directamente y convocar la elección presidencial anticipada, única cita electoral decisiva, prevista en 2027, para salir de este abismo político en el que ha hundido al país.

Los medios informativos dominantes al servicio de Macron apuestan ya esta noche en sus hipótesis por la primera opción, designar a un quinto primer ministro y otro gobierno de pacotilla que será tan efímero como los anteriores.

Macron ganará tiempo así hasta el 2027, gobernando con decretos en este interminable golpe de estado permanente. El país perderá ese mismo tiempo y la anunciada movilización social y sindical contra la política económica de Macron seguirá creciendo en intensidad.

La caída de Bayrou confirma una vez más la agonía de esta Quinta República y la necesidad de refundar una Sexta república parlamentaria, como existen en toda Europa, que libere a este país de la leyenda del «hombre providencial» que justifica los plenos poderes de un presidente monarca.

Dicho de otro modo, la noticia importante no es la caída de Bayrou, sino cuando llegue la caída de Macron.

Con el movimiento ciudadano «Bloquear todo» a partir del 10 de septiembre, la movilización se intensifica en Francia dentro y fuera de partidos y sindicatos de izquierdas, mientras que el gobierno acaba de anunciar que 80.000 policías antidisturbios han sido movilizados por el ministro de interior dimisionario Bruno Retailleau, quien promete una enérgica represión de todo «desbordamiento» en las manifestaciones y huelgas anunciadas para el 10 y 18 de septiembre.

A buen entendedor pocas palabras bastan, y lo peligroso de ese anuncio es que se confundan como es habitual los desbordamientos y la provocación, para mejor reprimir manifestaciones pacíficas e impedir el derecho de manifestación y reunión.

Julio Feo Zarandieta
Periodista profesional en Francia desde 1976. He trabajado durante 35 años como periodista (Responsable de edición y critico de cine) en el servicio en castellano de Radio Francia Internacional. Pero también como corresponsal en París de diversos diarios y semanarios españoles y critico en Cine Classics (canal plus). Jubilado desde el 2013, escribo ahora en Periodistas en español y en Aquí Madrid. Miembro del Sindicato Francés de la critica de cine y de Fipresci, he cubierto numerosos festivales de cine internacionales, muy especialmente Cannes y San Sebastián. Militante antifranquista en los años sesenta, resido en Francia desde 1974, fecha en que me acordaron el asilo político. Hoy en día tengo la doble nacionalidad hispano francesa.

DEJA UNA RESPUESTA

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre