Home Madrid «Fin de fiesta», de señoras y criadas en el feudo andaluz

«Fin de fiesta», de señoras y criadas en el feudo andaluz

Después de una brillante carrera como productora en películas como «Celda 211», «El Orfanato», «Kiki, el amor se hace» o «El Laberinto del Fauno», Elena Manrique se pasa al guión y la dirección con la película «Fin de fiesta», una ácida comedia sobre las clases sociales y las relaciones de poder en el mundo del siglo veintiuno.

En la última edición de la Seminci (Semana del Cine de Valladolid) la película se alzó con el Premio Pilar Miró a la Mejor Dirección española; al que hay que sumar el de Mejor Actriz en el Festival de Cine de Almería (Fical) para su protagonista, Sonia Barba.

«Fin de fiesta» cuenta la tragedia de un emigrante senegalés quien, tras desembarcar de una patera y huir de la policía, acaba refugiándose en la caseta donde el jardinero guarda sus herramientas de una especie de señorial cortijo andaluz.

Desde su encierro contempla la rutina de la mansión, asiste a las reuniones de la dueña de la casa, Carmina- una mujer madura que vive sola, de vez en cuando recibe a sus amistades y organiza fiestas, dice que es «un poco roja, del pesoe», consume drogas y bebe alcohol en cantidades ingentes- así como las relaciones de paternalismo y dominación de la señora con su joven asistenta.

Un día la señora descubre al refugiado y decide «protegerle» (en realidad, lo que hace es chantajearle para que permanezca a su lado, autoconvencida de estar haciendo una obra de caridad); poco después es la asistenta quien le descubre. Ambas piensan que solo ellas están en el secreto hasta que un imprevisto descubre las cartas de todos.

La película, que revisa los privilegios de clase que en este país nadie representa mejor que los «señoritos andaluces» dueños de haciendas y de vidas desde tiempos inmemoriales, está protagonizada por las debutantes Edith Martínez-Val y Sonia Barba, junto a Beatriz Arjona «Solos en la noche», «Los años nuevos»). Y tiene su origen en una historia real.

«Hace unos años, un chico africano que llegó en una patera a una playa de Cádiz se refugió en el jardín de unos amigos míos. Lo que hicieron ellos fue llevar al muchacho a una estación de autobuses, le dieron dinero y siguió su camino. Siempre se me había quedado en la cabeza esa historia (…) En Fin de fiesta[1] me interesa mucho destacar la solidaridad de las clases humildes, porque ya estoy harta de esta narrativa que dice que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo. Son solidarias, y me niego a pensar lo contrario».

Como muy bien recuerda el senegalés de esta historia, cuyo objetivo es conseguir reunirse con un pariente en Francia y poder algún día «estudiar economía en la Universidad», los emigrantes y refugiados que llegan en pésimas condiciones a nuestras costas con el sueño de una vida mejor en el horizonte, «no quitan el trabajo a nadie, hacen los trabajos que los autóctonos no queremos hacer».

  1. «Fin de fiesta» se estrena en los cines de Madrid el viernes 31 de enero de 2025
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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