GRACIAS PODERÍO FALAZ
En este mundo, tus leyes del dinero y del machismo
conceden privilegios a potentados, enchufados y pelotas,
dándote la integridad lo mismo.
Siendo los derechos humanos una utopía
por tu riqueza escorada abiertamente,
enfermar es un lujo para la mayoría de la gente,
prefiriendo para tu provecho la distopía.
Pero en el camino se impone la cruda realidad,
el humanitario sentido del humor y tu credibilidad.
Feliz Año Nuevo dos mi veintitrés
para las y los críticos, allá donde estén.