La ópera «La pasajera» del compositor polaco Mieczlaw Weinberg (1919-1996) sufrió los avatares de la censura soviética, pero ha comenzado a valorarse y ya se han hecho varias presentaciones, entre ellas este estreno en el Teatro Real de Madrid el 1 de marzo 2024.
En momentos en que se olvida el Holocausto judío y la historia parece tergiversarse, el Teatro Real nos da en estreno absoluto una ópera que es nuestra historia reciente y es testimonio del horror acontecido; una ópera vivida y escrita por los protagonistas de ese dolor.
Dos especialistas en la obra de Weinberg llevan a cabo esta versión operística: la lituana Mirga Grazinyte-Tyla es la directora musical y David Pountney es el director de la producción escénica.
Esta ópera fue estrenada en el Festival de Bregenz en 2010 y en 2016 se presentó en la Gran ópera de Florida con gran éxito de crítica y público.
Weinberg nació en Varsovia el 8 de diciembre de 1919, en el seno de una familia de artistas vinculados al teatro, su madre fue actriz en Varsovia, vivió desde niño un ambiente musical y cultural. En su vida adulta, fue perseguido, encarcelado por las autoridades soviéticas, pero continuo con su actividad como director, compositor y violinista judío. Sus abuelos y bisabuelos habían sido asesinados en un motín antisemita, en el pogromo de la ciudad Kishinev, hoy Moldavia, donde destruyeron viviendas y masacraron a judíos. Con este recuerdo familiar vivió toda su vida y, en parte, se refleja en su obra.
Cuando Polonia es invadida por los nazis, la familia se refugia en Rusia, más tarde en Uzbekistán. Conoce a Dmitri Shostakovich y se forja una amistad duradera. Se instala en Moscú, un tanto marginado, pero al morir Stalin, su amigo Shostakovich lo promueve y vive el resto de su vida en Rusia como pianista y compositor, podría considerarse dentro de la escuela rusa musical, junto a Prokofiev, a Nicolai Miaskovski y otros.
Su estilo no escapa del espíritu de la época impregnado de las músicas étnicas y folclóricas, incluyendo el folklore judío. Sin embargo, su obra musical mantiene, en muchos aspectos, un marco racionalista y neoclásico.
A pesar de los terribles acosos a él y a su familia, pudo crear una producción considerable: 153 obras, veintidós sinfonías, diecisiete cuartetos de cuerdas, ochos sonatas, cuarenta partituras cinematográficas y de animación y siete óperas.
La versión en el Teatro Real concibe la ópera cantada en siete idiomas, su trama se vincula al mundo de la Segunda Guerra mundial y a la persecución de los judíos.
El libreto esta basado en la novela La pasajera, de la escritora Sofia Posmysz (1923-2022), tanto la escritora como el compositor conocen esta terrible historia por haberla sufrido, por lo tanto, este testimonio operístico cobra una emoción testimonial única.
En un barco brasilero, viajan dos mujeres que intentan escapar de su pasado común en Auschwitz. Quien alguna vez a visitado, como yo, este campo de concentración no volverá a ser el mismo. Nunca he podido borrar las imágenes allí vistas, ni los testimonios de algunos sobrevivientes con quienes conversé. El propio compositor vivió esa época y ha sentido la necesidad de contarlo, este aspecto autobiográfico da a la partitura una conmovedora realidad y un profundo sentimiento.
El compositor nunca pudo ver su obra representada, aunque se hicieron esfuerzos para lograrlo, los dirigente rusos nunca la aprobaron definitivamente, soslayando el Holocausto donde murieron millones de ciudadanos rusojudíos. Con la caída del régimen comunista, tampoco fue posible montarla, eran otras las prioridades, tuvo que pasar una década para que el estreno se efectuara, en 2006. Desde entonces, donde se estrena, produce un verdadero shock emocional. El Teatro Real fue coproductor de la producción de Bregenz y su estreno será relevante en esta temporada.
¿Por qué el público queda impactado?
El mensaje contado es muy fuerte, la propia escritora fue sobreviviente del campo de Auschwitz y vivió una historia casi parecida a la que relata en el guion operístico.
Las pasajeras del argumento son: una carcelera del campo al servicio de las SS, la otra, una judía prisionera que logró salvarse, ambas están en este barco donde se confrontan los destinos.
La partitura enlaza las dos vidas de las mujeres con los dos niveles musicales dentro del barco. El nivel superior musical jazzístico sucede en la cubierta del barco y en el nivel de los camarotes bajos, el drama del campo de concentración con una música más intensa.
La obra evidencia influencia de su maestro Shostakovich pero también de las tendencias musicales centroeuropeas, y de la fuerza creativa de Weinberg, que llevo a Dimitri a considerar La pasajera, una ópera maestra, entre las mejores del siglo veinte.
El elenco artístico y el reparto de la producción, es el encargado de dar vida a este drama de nuestra historia moderna, que debería ser una alerta en la actualidad, sobre la intolerancia, el despotismo y el odio.
La soprano Amanda Majeski (Marta) y la mezzosoprano Daveda Karanas (Lisa), nos transportaran a ese momento atroz que vivió la humanidad, con la esperanza de que esta ópera de Weinberg nos recuerde las vidas sacrificadas que lucharon por su dignidad y libertad en medio del infierno y que el humanismo se reavive en nuestros corazones.
En torno a La Pasajera, la Fundación Juan March ofrecerá, por primera vez en España, los diecisiete cuartetos de cuerdas de Weinberg, que serán interpretados por el Cuarteto Danel, en cinco conciertos que tendrán lugar del 13 al 17 de marzo.
El estreno de La pasajera está organizado con el Ministry of Culture and National Heritage of the Republic of Poland y el Adam Mickiewicz Institute, con el apoyo del Instituto Polaco de Cultura.
Las ocho representaciones de la ópera, programadas entre el 1 y el 24 de marzo, estarán acompañadas de diversas actividades culturales.
Más información en la página web del Teatro Real.
[…] AQUÍ MADRID: Estreno en España de la ópera «La pasajera» […]
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