«Estocolmo 1520. El rey tirano», personajes reales y ficticios mezclados en un fragmento de la historia real

En 1520, para conquistar Suecia, el rey de Dinamarca Kristian II organiza un poderoso ejército de mercenarios con el que intenta conquistar Estocolmo y arrebatar la corona a Sten Sture, regente del reino de Suecia.

Sus hombres persiguen a los nobles sembrando desolación y muerte por todos los lugares. Las hermanas Freja, sorda de nacimiento, y Anne, prometen solemnemente vengarse de los hombres que han asesinado brutalmente a su familia.

Freja tiene el encargo de su padre de alertar a Sten Sture de la llegada del invasor. Todo llega a su punto álgido en el corazón de Estocolmo, donde las hermanas se ven arrastradas a una despiadada lucha política entre Suecia y Dinamarca que culmina en una ejecución masiva, presidida por el rey loco «Kristian el Tirano», conocida como el Baño de Sangre de Estocolmo, cuando cerca de ochenta ciudadanos eminentes, religiosos y laicos, fueron decapitados en la plaza pública. «Los adoquines se tiñeron de rojo aquel día».

«Estocolmo 1520. El rey tirano» (Stockholm Bloodbath), una historia épica de intrigas, batallas y humor negro inspirada en un episodio histórico, está dirigida por el sueco Mikael Hafström («Evil», «El acusado perfecto»), sobre un guión de los noruegos Erlend Loe y Nora Landsrod, y cuenta con un inmenso reparto coral encabezado por Claes Bang («The Square»), Sophie Cookson («Kungsman»), Alba August («Conociendo a Astrid», «El acusado perfecto»), Emily Beecham («Little Joe») y Wilf Scolding («Juego de tronos»), entre otros.

«Estocolmo 1520. El rey tirano[1]», inspirada en uno de los episodios más crueles de la historia de Suecia marca el final de la Edad Media y la desaparición del catolicismo en el país, tras la «masacre de los herejes» de Estocolmo, el 8 de noviembre de 1520.

En esta película en parte real –«una gran parte de todo esto ocurrió realmente», podemos leer en la introducción de la epopeya histórica que tiene a las mujeres como heroínas-, encontramos un ritmo desigual en las casi dos horas que dura, algunos anacronismos y un exceso de crueldad, violencia y sangre, además de unos diálogos que difícilmente pueden pertenecer al siglo dieciséis.

El guión revisita la historia mezclando figuras como el rey Kristian II, la reina Kristina Gyllenstierna, Gustav Trolle, Didrik Slagheck y Hemming Gadh, con las heroínas de ficción, Anne y Freja, inmersas en una misión de venganza después de que toda su familia fuera masacrada por el ejército invasor danés.

El relato comienza con los perros de ataque del rey Christian durante el matrimonio de Anne. Las hermanas confeccionan una lista de «malos» a eliminar, a los que adjudican nombres que parecen pertenecer a mafioso actuales, como «el hombre maléfico» o «el hombre de la cicatriz».

«Erlend Loe ha escrito un guión apasionante –asegura su director-. Para mí, es la base perfecta para una historia de venganza femenina, estilísticamente afilada. No es sólo una lección de historia bien escrita, sino que establece paralelismos con nuestros propios tiempos turbulentos y, de vez en cuando, los diálogos se entrecruzan para dejar claro este punto».

  1. «Estocolmo 1520. El rey tirano» está en los cines de Madrid desde este viernes 16 de mayo de 2025.
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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