Por primera vez en la historia, más del 65 por ciento de los españoles afirman leer libros en su tiempo libre, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2024, presentado hoy por el Ministerio de Cultura.
Este informe, que recoge tendencias consolidadas desde 2017, subraya un aumento constante en la afición por la lectura en todos los segmentos de la población.
Crecimiento sostenido del hábito lector
El porcentaje de lectores por ocio ha alcanzado el 65,5 por ciento, lo que supone un incremento de 5,8 puntos porcentuales desde 2017. Asimismo, más de la mitad de los españoles (51,2 por ciento) se consideran lectores frecuentes, aquellos que leen al menos una vez por semana.
Según el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, este avance refleja un «triunfo colectivo» que destaca el compromiso del Ministerio con el fomento de la lectura.
El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Daniel Fernández, celebró estos datos y subrayó la necesidad de continuar trabajando para reducir el 34,5 por ciento de personas que no leen nunca o casi nunca. Este porcentaje, aunque elevado, representa una disminución respecto a años anteriores.
El perfil del lector: mujer joven urbana con estudios universitarios
El Barómetro subraya que el perfil del lector predominante en España se puede definir como una mujer joven, con estudios universitarios y residente en un entorno urbano.
Este dato no solo reafirma las tendencias observadas en años anteriores, sino que también permite analizar cómo variables como el género, la edad, el nivel educativo y la ubicación geográfica influyen en los hábitos lectores.
Las mujeres lideran el hábito lector
En 2024, el 71,7 por ciento de las mujeres afirmó leer libros en su tiempo libre, superando significativamente al 59 por ciento de los hombres. Esta diferencia, que en años anteriores era menos marcada, ha aumentado en 2024 a 12,7 puntos porcentuales, frente a los 9,3 puntos registrados en 2023.
Este crecimiento se observa en todos los tramos de edad, consolidando el papel de las mujeres como principales impulsoras del hábito lector en España.
Según los expertos, esta diferencia puede estar influenciada por factores socioculturales y educativos. Tradicionalmente, las mujeres han tenido un mayor acercamiento a actividades relacionadas con la lectura y la educación, y este patrón se refleja claramente en los datos del Barómetro.
La juventud: el motor del hábito lector
El grupo de edad más lector en España sigue siendo el comprendido entre los catorce y veinticuatro años, con un 75,3 por ciento que declara leer libros en su tiempo libre.
Este dato es especialmente relevante para romper el mito de que los jóvenes no leen, una idea que persiste en el imaginario colectivo.
El informe destaca que, entre los jóvenes, la lectura no solo se practica en papel, sino que las nuevas generaciones son también grandes consumidoras de formatos digitales, incluyendo audiolibros.
Este dinamismo juvenil refuerza la importancia de promover la lectura en las etapas tempranas, ya que las personas que adquieren este hábito en su infancia y adolescencia suelen mantenerlo a lo largo de su vida.
Lectura infantil: un pilar fundamental
El 78 por ciento de los hogares con niños menores de seis años afirman leerles libros, mientras que el 82,5 por ciento de los niños de entre seis y nueve años leen en su tiempo libre.
Estos datos subrayan la importancia de fomentar la lectura desde edades tempranas para consolidar el hábito lector en el futuro.
Los mayores de 65 años: un incremento notable
Aunque el perfil predominante sigue siendo el de una mujer joven y urbana, los mayores de 65 años han experimentado un notable aumento en los índices de lectura.
Desde 2017, esta franja de edad ha incrementado su porcentaje de lectores en 10,6 puntos porcentuales. Esto se atribuye al efecto de las generaciones que accedieron a la educación durante los últimos cincuenta años y que ahora, en su etapa de jubilación, disponen de más tiempo para leer.
El aumento de la lectura en este grupo no solo evidencia un cambio generacional, sino también la importancia de las políticas educativas y culturales para fomentar este hábito en todas las etapas de la vida.
El impacto del nivel educativo
El nivel educativo se revela como un factor clave en los hábitos de lectura. El 84,4 por ciento de las personas con estudios universitarios se declara lectora, un porcentaje que contrasta con el 39,5 por ciento entre quienes solo han completado estudios primarios.
No obstante, el informe también refleja un ligero aumento en la lectura entre estos últimos, lo que muestra que los esfuerzos por democratizar el acceso a la lectura están dando sus frutos.
La correlación entre educación y lectura es evidente: a mayor nivel educativo, mayor es la probabilidad de que las personas desarrollen y mantengan este hábito. Esto también refuerza la necesidad de políticas públicas que integren el fomento de la lectura como parte de la formación básica en todas las comunidades autónomas.
Diferencias regionales y educativas
El perfil del lector tipo también varía según la comunidad autónoma. Madrid lidera con un 72,1 por ciento de lectores en tiempo libre, seguida del País Vasco (69,4 por ciento) y Cataluña (68,9 por ciento). En contraste, Extremadura (56,7 por ciento), Canarias (60,5 por ciento) y Cantabria (61 por ciento) registran los índices más bajos.
Esta disparidad refleja desigualdades en el acceso a recursos culturales, como bibliotecas y librerías, así como diferencias en los niveles educativos y en las políticas públicas de fomento de la lectura.
Daniel Fernández, destaca que «el esfuerzo de las comunidades autónomas está permitiendo incrementar el porcentaje de lectores en todas ellas», aunque reconoció que reducir las desigualdades territoriales sigue siendo un reto importante.
El nivel educativo sigue siendo un factor clave: el 84,4 por ciento de las personas con estudios universitarios son lectoras, frente al 39,5 por ciento de aquellos con estudios primarios.
El impacto de la lectura digital y los audiolibros
El formato digital experimenta un resurgimiento, alcanzando el 31,7 por ciento de la población lectora tras años de estancamiento.
Los dispositivos más utilizados para la lectura digital son el e-reader (12,7 por ciento), el ordenador (11,1 por ciento) y el móvil (10,9 por ciento).
Por otra parte, los audiolibros han ganado popularidad, con un 7,9 por ciento de usuarios, especialmente entre personas de catorce a 45 años.
La compra de libros, un indicador en ascenso
El 53,8 por ciento de los españoles compraron algún libro en 2024, consolidando un crecimiento de 6,5 puntos porcentuales desde 2017. La librería tradicional sigue siendo el canal preferido de compra (44 por ciento), seguida de internet (26 por ciento) y cadenas de librerías (13 por ciento).
Conclusiones
El perfil del lector tipo en España no solo permite comprender mejor las dinámicas actuales del hábito lector, sino que también destaca áreas de oportunidad para seguir fomentando la lectura en sectores menos representados.
Si bien las mujeres jóvenes con estudios universitarios siguen siendo el grupo más lector, los datos del Barómetro de 2024 muestran que otros segmentos, como los mayores de 65 años o las personas con menor nivel educativo, están experimentando avances significativos.
Este panorama invita a reforzar las políticas públicas y las iniciativas culturales que promuevan la lectura como un elemento esencial para el desarrollo personal y social en todas las edades, niveles educativos y regiones del país.