A partir del 22 de enero de 2021, entra en vigor el tratado sobre la Prohibición de las Armas nucleares según el primer acuerdo multilateral de desarme nuclear de las últimas dos décadas.
Así lo ha apuntado, António Guterres, secretario general de Naciones Unidas quien se congratula de dicha efeméride. El titular de la ONU ha felicitado a los países que han ratificado el acuerdo, y ha elogiado el papel de la sociedad civil para conseguirlo.
Por otro lado, ha destacado que el rol de los supervivientes de explosiones y de ensayos nucleares suponen “la fuerza moral del Tratado”; pese al avance que representa este logro, las cinco principales potencias nucleares -Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia, China y Francia- todavía no lo han firmado el acuerdo.
En un video mensaje, António Guterres destacó la trascendencia de este logro ya que “el Tratado es un paso importante hacia el objetivo de un mundo libre de armas nucleares y una firme demostración de apoyo a los enfoques multilaterales del desarme nuclear”.
El titular de la ONU felicitó a las naciones que ya han ratificado el acuerdo y elogió el “papel decisivo” que ha jugado la sociedad civil en el progreso de las negociaciones y su posterior entrada en vigor del instrumento.
“La entrada en vigor del Tratado es un tributo a los esfuerzos de promoción inquebrantables de esas personas”, afirmó.
Tras un período de cinco años a partir de la entrada en vigor del Tratado, el Secretario General de las Naciones Unidas convocará una conferencia para examinar el funcionamiento del Tratado y los progresos realizados en la consecución de sus objetivos, según especifica el artículo octavo del acuerdo.
Guterres recordó que las armas nucleares representan “una amenaza creciente” y añadió que “el mundo debe adoptar medidas urgentes para eliminarlas y evitar las consecuencias catastróficas de su uso para la humanidad y el medio ambiente”.
La entrada en vigor del tratado se produce después de que Honduras se convirtiera en el Estado número 50 en ratificarlo el pasado 24 de octubre, entonces, se inició un nuevo capítulo en la esfera del desarme.
El Tratado es el primer instrumento multilateral jurídicamente vinculante para el desarme nuclear y se adoptó el 7 de julio de 2017 durante una conferencia de la ONU en Nueva York.