Desde la nueva legislación LOMLOE, la diversidad y la inclusión en las aulas ha sido uno de los principales focos de mejora en España.
El Ministerio de Educación, busca garantizar la equidad mediante nuevas medidas en los distintos centros educativos del país. De este modo, alumnos y alumnas con dificultades, altas o bajas capacidades, minorías étnicas, socio-culturales, económicas, etc., recibirán el apoyo necesario y suficiente para una integración en el sistema educativo.
Cuando hablamos de diversidad, hablamos de multiplicidad, de movimiento. Nos referimos a una sociedad plural, donde la diversidad es valiosa y no un mero hecho con el que se debe convivir.
En la escuela, aunque la disparidad siempre ha existido, ahora es un tópico de la contemporaneidad. En ella, la diversidad es la negociación de las diferencias. En estos espacios se expone la variedad de expresiones estéticas y culturales y se evita reducir todo a lo mismo.
Sin embargo, factores familiares, sociales o personales, repercuten en el acceso a la educación. Los niveles altos de exclusión y desigualdad impiden un aprendizaje equitativo para millones de personas por concebir las diferencias como carencias.
Actualmente, se sigue luchando por ubicar a dichos alumnos dentro de parámetros ordinarios, a pesar de las peculiaridades y particularidades de cada uno. La Unesco, por su parte, incentiva la educación inclusiva trabajando, en concreto, sobre la equidad de género y atención a discapacidades.
Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, destaca que «la inclusión en la educación consiste en velar porque cada educando se sienta valorado y respetado», y que la discriminación y los estereotipos siguen siendo grandes barreras para lograr una educación equitativa.
Según Azoulay, no basta con proporcionar acceso a la educación; el verdadero reto es que los sistemas educativos se adapten a las necesidades de cada individuo, fomentando la cohesión social a través del respeto a la diversidad.
Save the Children organiza proyectos que apoyan a los grupos en situación de vulnerabilidad social y opina que «prácticamente todos los niños y las niñas en España van a la escuela. Pero, ¿van todos los niños en las mismas condiciones a clase? La educación universal y gratuita no significa equidad educativa».
Esta organización subraya que «la diversidad en el alumnado enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje», y que la verdadera inclusión requiere que el sistema se adapte a los estudiantes y no al revés, y por ello promueven que los centros educativos trabajen para desarrollar una cultura inclusiva, reconociendo las barreras que impiden la participación y el aprendizaje, y buscando soluciones efectivas.
Promueve también, a través de proyectos educativos en distintas comunidades autónomas, la ruptura de la pobreza hereditaria para conseguir verdaderos cambios en la vida de los estudiantes.
En ocasiones, las familias superan la falta de medios para prosperar en la escuela, ya sea por una capacidad insuficiente o por un ambiente poco estimulante. Estas circunstancias influyen en el aprendizaje de contenidos básicos y en la vivencia de experiencias indispensables para lograr una introducción a la escuela.
Entre unos motivos y otros, se dan casos de exclusión y discriminación en las aulas que acaban provocando absentismo escolar o abandono temprano.
Los maestros y maestras se enfrentan a la presente situación sin la capacidad de responder a la diversidad. Necesitan una preparación específica para crear ambientes educativos inclusivos, que puedan ofrecer aprendizajes especiales. Necesitan metodologías innovadoras, especialistas de apoyo, terapéutas y otros profesionales que colaboren en el plan educativo de la inclusión.
Con ayuda de los gobiernos, se establecen infraestructuras en las escuelas, materiales y medidas, que facilitan los procesos de inserción para que los niños y niñas, a pesar de sus diferencias, asistan y participen en el colegio en todos los niveles.
Este proyecto es para toda la vida y es un proceso de reestructuración escolar acorde a las nuevas diferencias que vayan surgiendo. De este modo, los grupos minoritarios siempre tendrán acceso a lo más básico, como por ejemplo, libros de texto.
La Ley Orgánica 3/2020 expresa que, el sistema educativo, debe promover la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes, sin discriminación alguna por discapacidad, minusvalía, origen étnico, género, orientación sexual, funcional o cultural, pobreza y/o situación socioeconómica, entre otros.
Todos los niños y niñas tienen derecho a ser incluidos en el sistema ordinario de la educación y para ello, los colegios adoptan medidas como:
- Atención a la diversidad mediante apoyos psicopedagógicos personalizados como adaptaciones curriculares o recursos adicionales para Necesidades Educativas Especiales (NEE).
- La incorporación de alumnos con discapacidad en centros ordinarios, siempre con refuerzos necesarios para atender y completar su educación.
Aún así, esto no implica erradicar los centros de educación especial, pues siguen siendo una buena opción en algunos casos. - Planes de formación docente continua para atender al alumnado diverso, conociendo y manejando distintas herramientas pedagógicas que faciliten el trabajo en entornos multiculturales y plurilingües.
- Proyectos de convivencia que prevengan la discriminación y el acoso escolar por cualquiera de los motivos expuestos en este texto.
Los centros o escuelas inclusivas son abiertas, accesibles para todos los niños y niñas. Estas no discriminan características distintivas y apuestan por un ejemplo de educación en el que todos los infantes aprendan juntos.
Sus objetivos se basan en el respeto al alumno/a, a quien se le considera libre y autónomo para desarrollar sus competencias en las mismas oportunidades de aprendizaje.
El currículum, desde una crítica transformadora, es inclusivo y respetuoso con la diversidad. Se acuerda y, sobre él, se establece una metodología didáctica integradora, buscando la cohesión social de los distintos grupos.
A través de políticas educativas y marcos legales no segregadores, se están estableciendo lazos de coexistencia en las escuelas garantizando instalaciones accesibles, materiales didácticos y personal capacitado para lograr, así, una educación de calidad.