
El realizador italiano Uberto Pasolini («Cerca de ti», «Nunca es demasiado tarde») dirige la película «El regreso de Ulises («The Return») basada en «La Odisea» de Homero, la obra de la literatura universal que más veces ha sido adaptada para el cine y la televisión.
Esta versión está interpretada por Ralph Fiennes («Cónclave», «La lista de Schindler») y Juliette Binoche («A fuego lento», «Chocolat»), quienes vuelven a compartir aventuras tras «Cumbres Borrascosas» y «El paciente inglés». El film cuenta también con Ángela Molina («Yo no soy esa», «Carne trémula»), en el papel de la fiel criada Euriclea.
Tras veinte años de ausencia, diez de los cuales estuvieron dedicados a la guerra de Troya, Ulises aparece en una playa de Ítaca desnudo, demacrado e irreconocible. El rey ha regresado a su casa, pero en el reino han cambiado muchas cosas desde que partió a la guerra. Su amada y fiel Penélope está prisionera en su casa tejiendo y destejiendo una tela que es como su vida, acosada por los numerosos y ambiciosos pretendientes a convertirse en el nuevo marido mientras su hijo, Telémaco, que nunca conoció a su padre, se enfrenta a la muerte a manos de alguno de los pretendientes, que ven en él un obstáculo. Ulises se verá obligado a enfrentarse a su pasado para recuperar su familia y su reino.
Ulises ha vuelto pero el de esta película es solo una sombra de lo que fue: ahora es un ser cansado, un soldado errante, una silueta varada entre dos tiempos. Como si la epopeya se hubiera agotado, este Ulises es el de un relato de esos que la historia explota y después olvida.
No es el Ulises de Troya, sino el de después, el que deja atrás a la maga Circe y las sirenas para finalmente encontrar el camino de Itaca. No es el triunfo del héroe sino el malestar del superviviente lo que nos cuenta «El regreso de Ulises[1]». La tragedia de un hombre transformado por los horrores que ha vivido que vuelve a su casa y la encuentra ocupada: con su mujer gastada por la espera, con su hijo convertido en un desconocido, con unos pretendientes que, en la espera, comen y beben a costa de la reina.
Es un relato casi bíblico, cada palabra parece llegar del otro lado de los siglos. Sin artificios ni efectos especiales, lento y teatral, el largometraje de este Pasolini es el retrato del mito que se extingue, una denuncia del ánimo belicoso que preside las epopeyas del mundo «antiguo».
«A la gente le gustan las historias», afirma Ulises con la voz de un Ralph Fiennes cuyo rostro parece esculpido en mármol, dirigiéndose de incógnito a los jóvenes griegos que le escuchan al amor de la lumbre de una fogata. Los relatos mitológicos dan a la condición humana un carácter intemporal y universal: en este caso el valor que está en juego es la masculinidad.
«¿Por qué los hombres van a la guerra, por qué violan y masacran a mujeres y niños? », se pregunta Penélope, quien tiene los gestos silenciosos de Juliette Binoche soportando diariamente los excesos masculinos, incluidos los de su propio hijo. Ambos se dan la réplica como si se encontraran en el escenario de un teatro.
La crítica internacional ha destacado la sobriedad de los dos actores metidos en la piel de sus personajes.
- «El regreso de Ulises» estará en la cartelera madrileña a partir del viernes 22 de agosto de 2025.