En 1874 los pintores impresionistas intentaban hacerse un lugar en el panorama del arte francés, donde los salones imponían sus inamovibles cánones de clasicismo.
Un famoso fotógrafo de París, Gaspard-Felix Tournachon, quien firmaba con el seudónimo Nadar, les ofreció su taller-galería para que colgaran aquellos cuadros que eran sistemáticamente rechazados por el stablishment.
En aquella exposición ya estaban algunos de Monet y de Renoir, y también de Camille Pisarro, Paul Cézanne, Seurat, incluso de Picasso. Ellos rompieron los cánones del clasicismo romántico teniendo como referentes sobre todo a Watteau y a Fragonard, de los que aprendieron en sus frecuentes visitas al Louvre.
Desde entonces comenzaron a aparecer, ajenas al oficialismo académico, nuevas galerías que celebraban exposiciones cada vez más frecuentes de aquellos artistas rechazados, promovidas por marchantes domo Ambroise Vollard, Georges Petit y Paul Durand-Ruel.
El galerista Durand-Ruel fue uno de los que apostó por aquellos artistas que desafiaban las reglas establecidas, aún arriesgando su fortuna. Monet llegó a reconocer que sin su concurso los impresionistas se hubieran muerto de hambre.
Hijo de marchante y también padre de tres hijos que siguieron su profesión (una de sus nietas es la comisaria de esta exposición), Durand-Ruel era además coleccionista, y desde esta posición defendió y promocionó a aquellos artistas y a los postimpresionistas que les sucedieron, entre quienes estaban Henry Moret, Maxime Maufra, Gustave Loiseau, Georges d’Espagnat y Albert André.
De todos ellos se expone ahora en la Fundación Mapfre de Madrid una obra poco conocida más allá de las fronteras de Francia. El escenario de la muestra recoge además los paneles originales de tres puertas que recrean las del apartamento de Durand-Ruel en París.
El término postimpresionismo fue acuñado por el inglés Roger Fry para designar las reacciones que surgieron tras el impresionismo, con los experimentos que llevaban a cabo pintores como Seurat, Van Gogh, Signac y otros fundadores del grupo nabi (profetas del arte nuevo).
Los cinco pintores cuya obra puede verse en esta exposición también se vinculan al postimpresionismo. Sus nombres son menos conocidos que los de sus predecesores impresionistas, debido sobre todo al protagonismo de las vanguardias, que coincidió con sus mejores años y ocultó su obra a ojos de las mayorías.
Durand-Ruel se erigió en protector del arte moderno y de sus creadores, desde los paisajistas de la Escuela de Barbizon a los impresionistas y postimpresionistas. Gracias a su apoyo y a las relaciones profesionales que mantenía con todos ellos ha llegado hasta nosotros una obra demasiado ignorada en su tiempo.
- TÍTULO. Paul Durand-Ruel y los últimos destellos del impresionismo
- LUGAR. Fundación Mapfre. Madrid
- FECHAS. Hasta el 5 enero de 2025
