Si seguimos explotando los recursos como lo hacemos ahora, en 2050 necesitaremos los recursos de tres planetas Tierra. , sostiene un análisis sobre sostenibilidad difundido por el Parlamento Europeo (PE), en el que se argumenta que los recursos finitos y los problemas climáticos requieren pasar de una sociedad de «tomar, fabricar y eliminar»a una economía neutra en carbono, ambientalmente sostenible, libre de tóxicos y completamente circular para 2050.
Según este análisis, la crisis actual evidenció las debilidades en los recursos y en las cadenas de valor, impactando en las pymes y la industria. Una economía circular reducirá las emisiones de CO2, al tiempo que estimulará el crecimiento económico y creará oportunidades de empleo.
En línea con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 en virtud del Pacto Verde, la Comisión Europea (CE) propuso un nuevo Plan de Acción de Economía Circular en marzo de 2020, enfocado en la prevención y gestión de residuos y destinado a impulsar el crecimiento, la competitividad y el liderazgo mundial de la Unión Europea (UE) en este campo.
El 27 de enero 2021, la comisión de Medio Ambiente del PE respaldó el plan y pidió objetivos vinculantes para 2030 para el uso y consumo de materiales. El informe se votará durante la sesión plenaria de febrero.
Hacia productos sostenibles
Para lograr un mercado europeo de productos sostenibles, climáticamente neutros y eficientes en el uso de recursos, la Comisión propone extender la directiva sobre diseño ecológico a los productos no relacionados con la energía. Los eurodiputados quieren que las nuevas normas estén vigentes en 2021.
Los miembros del Parlamento también respaldan iniciativas para luchar contra la obsolescencia programada, mejorar la durabilidad y la capacidad de reparación de los productos y mejorar la protección de los consumidores con el «derecho a reparar». Insisten en que los consumidores tienen derecho a estar debidamente informados sobre el impacto medioambiental de los productos y servicios que compran y solicitaron a la Comisión que presente propuestas para luchar contra el «lavado verde», como se denomina a la práctica de las empresas para hacer creer a los consumidores que una compañía es más sostenible de lo que realmente es.
Transformar los sectores esenciales en circulares
Tanto la circularidad como la sostenibilidad deben incorporarse en todas las etapas de las cadenas de valor para lograr una economía completamente circular: desde el diseño hasta la producción y de esta hasta que llega al consumidor. El plan de acción de la CE establece siete áreas clave esenciales para lograr una economía circular: plásticos, textiles, residuos electrónicos, alimentos; agua y nutrientes, embalaje, baterías y vehículos; edificaciones y construcción.
Plásticos
Los eurodiputados respaldan la estrategia europea para el plástico en una economía circular, que eliminaría gradualmente el uso de microplásticos[1].
Textiles
Los textiles utilizan mucha materia prima y agua, con menos un uno por ciento de reciclaje. Los eurodiputados reclaman nuevas medidas contra la pérdida de microfibras y normas más estrictas sobre el uso del agua[2].
Electrónica y TIC
Los desechos electrónicos[3] y eléctricos son el flujo de desechos de más rápido crecimiento en la UE y menos del cuarenta por ciento se recicla. Los eurodiputados quieren que la UE promueva una vida útil más larga del producto mediante la reutilización y la reparabilidad.
Alimentos, agua y nutrientes
Se estima que el veinte por ciento del total de alimentos producidos se pierde o desperdicia en la UE. Los europarlamentarios instan a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos de cara a 2030 en el marco de la «Estrategia de la granja a la mesa».
Embalaje
Los residuos de envases alcanzaron un récord en 2017 a nivel europeo. Las nuevas normas tienen como objetivo garantizar que todos los embalajes presentes en el mercado de la UE sean económicamente reutilizables o reciclables para 2030.
Baterías y vehículos
Los eurodiputados están estudiando propuestas que exijan que la producción y los materiales de todas las baterías en el mercado de la UE tengan una huella baja en carbono baja y respeten los derechos humanos, así como los estándares sociales y ecológicos.
Construcción y edificaciones
La construcción representa más del 35 por ciento del total de residuos de la UE. Los miembros del PE piden que se aumente la vida útil de los edificios, junto a objetivos de reducción de la huella de carbono con respecto a los materiales y requisitos mínimos sobre los recursos y eficiencia energética.
Gestión de residuos y transporte
La UE genera más de 2500 millones de toneladas de residuos al año[4], principalmente de los hogares. Los eurodiputados instan a los países de la UE a aumentar el reciclaje de alta calidad, alejarse de los vertederos y minimizar la incineración.