El Parlamento Europeo aprobó el miércoles 7 de octubre de 2020 un mandato de negociación sobre la Ley Europea del Clima que tiene por objeto transformar la promesa política de alcanzar la neutralidad climática en 2050 en una obligación vinculante, con el fin de ofrecer a los ciudadanos y a las empresas europeas la seguridad jurídica y la previsibilidad que necesitan ante esa transformación.
Los eurodiputados insisten en que tanto la Unión Europea (UE) como cada uno de sus Estados miembros por separado deben lograr la neutralidad en las emisiones de aquí a 2050 y que, a partir de entonces, la Unión Europea deberá conseguir un saldo negativo. También piden financiación suficiente para lograr este objetivo.
La Comisión debe proponer antes del 31 de mayo de 2023, por medio del procedimiento ordinario de toma de decisiones, una trayectoria europea para alcanzar la neutralidad en carbono antes de 2050, señala el texto.
Esta estrategia debe tener en cuenta el saldo de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la UE hasta 2050 para limitar el aumento de la temperatura de conformidad con el Acuerdo de París. La trayectoria deberá ser revisada después de cada evaluación a escala mundial.
Los eurodiputados también quieren crear un organismo científico independiente (un consejo de la UE sobre el cambio climático) encargado de evaluar si la política es coherente y supervisar los avances.
Un objetivo más ambicioso para 2030
El actual objetivo de reducción de emisiones de la UE para 2030 es del 40 por ciento con respecto a 1990. La Comisión ha propuesto recientemente aumentar este objetivo a «al menos el 55 por ciento» en su propuesta modificada de Ley Europea del Clima. Los eurodiputados van aún más lejos y piden una reducción del 60 por ciento para 2030, dejando claro que el incremento de los objetivos nacionales deberá buscar la rentabilidad y la equidad.
Asimismo, quieren que la Comisión proponga un objetivo intermedio para 2040, tras hacer una evaluación de impacto, a fin de garantizar que la UE vaya por buen camino para alcanzar su objetivo para 2050.
Por último, los eurodiputados creen que la UE y los Estados miembros deben eliminar progresivamente todas las subvenciones directas e indirectas a los combustibles fósiles para el 31 de diciembre de 2025 a más tardar e insisten en la necesidad de seguir trabajando para combatir la pobreza energética.
Tras la votación, la ponente del Parlamento, Jytte Guteland (S&D, Suecia), ha declarado que «la aprobación del informe envía un mensaje claro a la Comisión y al Consejo, en vista de las próximas negociaciones. Esperamos que todos los Estados miembros logren la neutralidad climática para 2050 a más tardar y necesitamos unos objetivos intermedios firmes para 2030 y 2040 si queremos que la UE consiga este objetivo. Celebro la inclusión de un presupuesto de gases de efecto invernadero, que determina las emisiones disponibles hasta 2050 sin poner en peligro los compromisos adquiridos por la UE en virtud del Acuerdo de París».
Antecedentes
A raíz de la Decisión del Consejo Europeo de 2019 de respaldar el objetivo de neutralidad climática para 2050, la Comisión propuso, en marzo de 2020, la Ley Europea del Clima, que convierte la neutralidad climática de las emisiones en un requisito legal.
El Parlamento ha desempeñado un papel importante a la hora de impulsar una legislación de la Unión en materia de clima más ambiciosa. El 28 de noviembre de 2019, declaró la emergencia climática.