La provincia de Jaén ofrece infinidad de atractivos para vivir multitud de experiencias distintas en un entorno poco masificado y con una oferta turística que destaca por su calidad y singularidad, así como por su belleza natural y monumental, lo que la convierte en un auténtico paraíso interior en el que el viajero siempre encontrará motivos para volver.
Aquí podrás practicar actividades de turismo activo y de naturaleza, como senderismo, rafting, tirolina o paddle surf gracias a que Jaén cuenta con la extensión de espacios protegidos más grande de España y cuatro parques naturales, entre ellos, el de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que es el segundo mayor del continente europeo.
Junto a este espacio natural, son también de visita obligada el Parque Natural de Sierra Mágina, que alberga las cumbres más altas de la provincia y destaca por sus excepcionales valores geológicos y botánicos; el de Sierra de Andújar, que es refugio de especies amenazadas como el lince ibérico, el lobo o el águila imperial; y el de Despeñaperros, que esconde importantes pinturas rupestres y está repleto de cortados, barrancos y precipicios, haciendo de este espacio un mirador privilegiado.
Asimismo, en este paraíso interior podrás conocer el bosque humanizado más grande del mundo, el que conforman los más de 66 millones de olivos que jalonan casi todo el territorio provincial. Un paisaje que parece infinito por momentos, que es único en todo el planeta y que diferencia a Jaén de cualquier otro lugar del mundo.
Este infinito mar de olivos, que aspira a convertirse en Patrimonio Mundial por la UNESCO, es la puerta de entrada para el turista que quiera sumergirse en la milenaria cultura del olivar y del aceite de oliva, que impregna todo el territorio jiennense y que convierte a Jaén en el destino idóneo para la práctica del oleoturismo.
Cerca de 130 recursos distribuidos por toda esta provincia andaluza, entre los que se encuentran almazaras y cooperativas visitables, museos y centros de interpretación, restaurantes, alojamientos con encanto, tiendas especializadas o spas con tratamientos con aceite de oliva, entre otros, se aglutinan en torno a esta experiencia turística que cada vez gana más adeptos.
Bajo ese bosque humanizado de olivar que se extiende por toda la superficie jiennense se esconde un patrimonio natural, cultural e histórico de gran singularidad y belleza. Algunas de las ciudades y pueblos de la provincia de Jaén atesoran verdaderas joyas arquitectónicas, y sin duda, el mejor Renacimiento del Sur de Europa se puede encontrar en esta tierra, con Úbeda y Baeza, ciudades Patrimonio de la Humanidad, como máximos exponentes de este estilo junto a la Catedral de Jaén capital, localidades a las que se suman otras como Sabiote, Canena o Villacarrillo, que atesoran excelentes muestras del legado del arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira.
La privilegiada situación geográfica de esta provincia del interior de Andalucía, al encontrarse en un cruce de caminos entre el norte, el sur y el este de la Península Ibérica, convirtieron a Jaén en una tierra de frontera que con el paso de los años se ha transformado en el territorio con mayor número de castillos y fortalezas del continente europeo. El visitante puede viajar a otras épocas siguiendo la Ruta de los Castillos y las Batallas, que reúne buena parte de las atalayas mejor conservadas de la provincia jiennense, entre las que destacan los castillos de Baños de la Encina, Alcaudete y Segura de la Sierra o la fortaleza de La Mota en Alcalá la Real, entre otros muchas repartidas por todo el territorio provincial.
Y si de viajar en el tiempo se trata, el paraíso interior jiennense es el mejor lugar para conocer de primera mano la primera civilización que dejó su huella en el territorio que pisamos. A través del producto turístico «Viaje al tiempo de los íberos» y de sus distintas paradas, cualquier turista puede conocer cómo vivieron y entendieron la vida los integrantes de este pueblo que dejó en la provincia de Jaén infinidad de vestigios y un legado que no tiene parangón en nuestro país, como se puede ver en los yacimientos de Cástulo (Linares), Puente Tablas (Jaén), Cerrillo Blanco (Porcuna) o la Cámara Sepulcral de Toya, en Peal de Becerro.
Ligadas a estos productos turísticos, el viajero podrá encontrar numerosas y variadas propuestas culturales y de ocio en los distintos municipios jiennenses con festivales de música, danza y teatro, actividades que trasladan al viajero a la época del Medievo o el Renacimiento o la recreación de acontecimientos que han cambiado el curso de la historia de este país, como la Batalla de Bailén.
Y si tanta actividad agota las fuerzas del intrépido viajero, la provincia jiennense también ofrece spas y balnearios para descansar y, sobre todo, una excepcional gastronomía elaborada a partir de productos naturales autóctonos de primera categoría, que eleva a su máxima potencia de sabor y olor el característico aceite de oliva virgen extra de la tierra, el de mayor calidad del planeta.
La gastronomía jiennense se ha convertido en un importante reclamo turístico de este paraíso interior gracias al buen saber hacer de una generación de restauradores que sacan a diario el máximo partido al aceite de oliva virgen extra en sus cocinas y a otros muchos productos de calidad que se elaboran en esta provincia andaluza.
Tradición y vanguardia confluyen en estos fogones para deleitar al viajero con una gastronomía en la que junto al oro líquido jiennense se pueden degustar excelentes carnes de monte, embutidos, quesos, dulces y productos de huerta. Muchos de ellos pueden degustarse a través de las famosas tapas, pequeños y exquisitos bocados que permiten saborear lo mejor de esta tierra.
Más información en la web: www.jaenparaisointerior.es