Madrid es la capital de España y, como tal, es un verdadero centro cultural con una dilatada historia a sus espaldas que merece la pena conocer en primera persona. Un ejemplo perfecto de ello lo encontramos en el Palacio de los Duques de Santoña: una maravilla arquitectónica que se remonta al siglo dieciocho.

Con el paso de los años, este enclave se ha ido transformando y actualizando, manteniendo siempre la esencia de la nobleza del país. Una de sus últimas actualizaciones llegó con la instalación de las alfombras a medida de la empresa Alfombras Hispania. Un auténtico éxito que ensalza más si cabe la belleza de lo que hoy en día es la Cámara de Comercio de Madrid.

Un diseño inspirado en la nobleza española

Mientras que en el siglo dieciocho el Palacio de los Duques de Santoña era una residencia privada, en la actualidad encontramos en el mismo edificio la Cámara de Comercio de Madrid, donde se celebran diferentes eventos. No obstante, en estos trescientos años de historia, se ha conservado la esencia del lugar y, con la llegada de las alfombras a medida de Alfombras Hispania, el respeto por la tradición de la nobleza española se ha vuelto a materializar.

La compañía encargada de incorporar estas alfombras personalizadas empezó su trabajo con un profundo estudio de la maravillosa historia que precede al Palacio de los Duques de Santoña. Conscientes de la imperante responsabilidad que se les puso entre manos al renovar el look del lugar, la empresa ha querido plasmar el patrimonio del palacio en cada una de sus alfombras.

Así pues, inspirándose en el escudo del propio Duque de Santoña, Alfombras Hispania ha diseñado estos artículos con la emblemática flor de lis, visible en la cenefa. Es el símbolo de los Borbones y les ha permitido reforzar el vínculo de esta joya arquitectónica con la nobleza del país. Unas alfombras exclusivamente creadas para el proyecto que han supuesto la convergencia perfecta entre el pasado y la modernidad; emanando una belleza decorativa impecable.

La esencia del palacio en los detalles de las alfombras

Como bien venimos comentando, el cambio de look del Palacio de Santoña no ha ignorado el origen de la construcción ni a los nobles que la habitaron. No obstante, para entender bien cómo ha conseguido obtener unos resultados increíbles en cada alfombra instalada en el lugar, conviene fijarse en los detalles que tanto lujo desprenden.

Son artículos fabricados con lana virgen al 100%, lo cual asegura una calidad y una durabilidad sin igual. Unas propiedades que van de la mano al glamour que envuelve a este palacio. Asimismo, el mejor equipo de profesionales se presentó en las dependencias para tomar todas las medidas previas en aras de realizar una instalación minuciosa, adaptándose a los diferentes tramos de la construcción.

Todo esto, sumado al toque especial de la flor de lis de la cenefa, ha provocado reacciones de lo más positivas en esta renovación estética del lugar. Son piezas únicas que evidencian la exclusividad del Palacio de los Duques de Santoña, ahora transformado en la Cámara de Comercio donde el glamour sigue siendo el elemento primordial.

Un éxito más en la excelencia de Alfombras Hispania

Alfombras Hispania no asumió el proyecto de instalar alfombras a medida en un espacio tan importante como el Palacio de Santoña de la noche a la mañana. Estamos ante una empresa que ya va por la cuarta generación y, tras casi un siglo de experiencia, ha mejorado sus procesos productivos en búsqueda de la excelencia. Son líderes en personalización y su visión creativa les ha permitido asumir proyectos extraordinariamente ambiciosos.

Puedes visitar el Palacio de los Duques de Santoña por ti mismo para apreciar la majestuosidad de las alfombras que han diseñado específicamente para el lugar. Al hacerlo, contemplarás cómo han conseguido mimetizarse con la esencia de la construcción, sumando otro éxito más a su incomparable carrera corporativa. Una maravilla en términos de diseño que ya ha cautivado a quienes se han acercado a comprobar cómo ha quedado esta nueva reforma de la Cámara de Comercio.  

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