Home España «El olvido que seremos», Premio Goya a la mejor película iberoamericana

«El olvido que seremos», Premio Goya a la mejor película iberoamericana

Javier Cámara dirigido por Fernando Trueba en una escena de «El olvido que seremos»

En la noche de presentación del Festival de Cine de Miami, el director del festival, Jaie Laplante, nos informó de que una de las películas programadas, El olvido que seremos, dirigida por Fernando Trueba, acababa de ganar el Goya 2021 a la mejor película Iberoamericana. La sala estalló en aplausos. 

Esta producción colombiana, enmarcada en el cine histórico contemporáneo y biográfico, está basada en la novela homónima El olvido que seremosMemorias de mi padre, escrita por Héctor Abad Faciolince

La película viene precedida de premios, ha obtenido la distinción en el Festival Cine Horizontes en Marsella (Francia), y clausuró el Festival de San Sebastián. El premio Goya a la mejor película iberoamericana consagra su trayectoria.

El titulo del film El olvido que seremos está tomado de un poema de Jorge Luis Borges encontrado en el traje del médico el día de su asesinato. El film narra, desde la perspectiva del hijo del doctor, en un ambiente familiar de amor y trabajo, la historia del padre como médico y como activista por los derechos humanos. 

Antes de ver el film, via zoom, tuvimos las palabras del actor español Javier Cámara, quien expresó la dicha que fue para él trabajar en esta producción colombiana, los desafíos de su papel para interpretar a este médico querido en Medellín, de personalidad particular y con acento colombiano. Cámara remarcó la actualidad que tienen las ideas de Abad en relación con la salud pública y su activismo por los derechos humanos. 

El film es intenso, directo, narrado con maestría, ritmo y tensión; una joya que nos dedica Fernando Trueba, uno de los directores españoles mas audaces y personales de su generación y a quien tuve el privilegio de entrevistar años atrás en este festival de cine auspiciado por Miami Dade College.

Trueba, al leer el libro, quedó impresionado, pero no creía factible su filmación, por ser una historia muy personal y que abarca casi toda una vida. Sin embargo, los productores lograron convencerlo y la filmación comenzó en Colombia, con un elenco de actores colombianos que dan verismo a la atmósfera familiar en torno al médico y acompañan a Javier Cámara con profesionalismo y emotividad interpretativa. 

¿Quién es Héctor Abad Gómez?

Fue un doctor, que estudió medicina en Colombia, se perfeccionó en Estados Unidos, y al volver a su tierra sentó las bases para los programas de Salud Pública, alentó la vacunación social y el alcance de la medicina para todos. Ejerció como profesor universitario, fue un activista de los derechos humanos, e inició una carrera política postulándose a la alcaldía de Medellín. Lo asesinaron el 25 de agosto de 1987. 

El film acontece en Medellin en la década de los años ochenta, en una Colombia agitada por el narcotráfico, la violencia urbana y los conflictos politicos.  

Mientras el film nos cuenta la vida del doctor, nos muestra a su vez la situación social de Colombia, pero también un buen número de los problemas que aquejan a los países de Latinoamérica, las carencias de la región, las desigualdades y el lamentable hecho de que, tanto los partidos de derecha como los de izquierda, usen al pueblo como campo de batalla para perseguir el poder, sin tener en cuenta los verdaderos objetivos nacionales de desarrollo. 

Asimismo, el film refleja la sociedad latinoamericana desde la visión de una familia, que es núcleo de amor y crecimiento. Ante la muerte de una de las hermanas, se resquebraja el mundo interior familiar, presionado a su vez por el mundo externo de violencia que ha deteriorado el tejido social. Hay un paralelismo entre el mundo familiar y el mundo exterior compulsivo y violento. 

El film enfoca, por otra parte, aspectos psicológicos de la pareja, la esposa abnegada, el médico cada vez mas entregado a la acción; el conflicto padre-hijo con los choques de visiones: el padre con un compromiso social y político, el hijo, con interés en la literatura y la relación afectiva. El tapiz familiar y sociopolítico se sella con la muerte del pater familiae, mostrándonos la tensión caótica de Medellin, pueblo que se convierte en metáfora de la violencia sociopolítica de Latinoamérica. 

Trueba no se aleja de la atmósfera familiar y humana y juega el racconto en color, frente al presente agresivo en blanco y negro. David Trueba, guionista también del film, soluciona magistralmente el pasado y el presente de un relato que es la historia de una vida, sin perder la continuidad de los hechos y los cambios que se operaron. Tal vez, (y esto es un detalle que a veces los actores no consideramos: el paso del tiempo), el doctor debería habernos mostrado en su maquillaje y atuendo cierto cambio temporal, algo que sí se evidencia en su mujer y en sus hijos. 

Un film logrado fotográficamente, con interpretaciones de calidad actoral, no solo en la creación de Javier Cámara, sino en los roles de Aida Morales, Patricia Tamayo, Juan Pablo Urrego y elenco; con una excelente banda sonora, música del polaco Zbigniew Preisner.

Una historia conmovedora, sobre un hecho real, contada desde el deseo de acabar con la injusticia, luchando ante el constante dilema de ética o corrupción, poniendo en relevancia el dolor de un pueblo harto de las manipulaciones políticas y la violencia intersocial.            

¡Felicidades Colombia, merecido Goya para la industria fílmica colombiana!

1 COMMENT

LEAVE A REPLY

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre

Salir de la versión móvil