El Teatro Real ofrecerá quince funciones de la ópera Nabucco de Giuseppe Verdi, entre el 5 y el 22 de julio 2022, con Dirección musical de Nicola Luisotti y puesta en escena de Andreas Homoki, en una nueva producción del Teatro Real y la Ópera de Zurich, donde se estrenó en 2019.
Para el Teatro Real, Nabucco es un emblema porque fue el primer título verdiano que se presentó en el recién construido Teatro Real, en 1850, en pruebas acústicas previas a la inauguración. Luego, la ópera de Verdi se presentó en temporadas sucesivas, siempre con grandísimo éxito, hasta 1871, y desde entonces no había vuelto a ofrecerse en la sala.
Después de 151 años de su última función, Nabucco regresa al Teatro Real contándonos la historia entre judíos y babilonios del siglo sexto antes de Cristo (a.C.), hasta el enfrentamiento entre italianos y austriacos en el siglo diecinueve, cuando el famoso coro «Va pensiero» se transforma en el himno nacional del Risorgimento y de la unificación de Italia.
Verdi es uno de los artistas que más empeño puso en la consolidación de la unión italiana, apoyando a Garibaldi en su misión patria, hasta el punto que la independencia y la integración de Italia ha quedado relacionada con la Opera.
Fue en sus primeras obras cuando se acercó al movimiento del Risorgimento, tendencia que deseaba la unificación de Italia, la unión de los «países» en un gran país, por otra parte, en Europa era el momento de la consolidación de algunas naciones, ese espíritu embargaba también a la itálica penínsular y esos ideales no fueron ajenos al sentir de Verdi, aunque después se fuera apartando de lo político para concentrarse en su tarea operística.
Desde otro punto de vista, esta ópera es concebida en un momento emocionalmente importante para Verdi, Nabucco surge después de una crisis profunda en la vida del compositor: la pérdida de su esposa Margherita y la muerte de sus dos hijos, años atrás. O sea, la pérdida total de su familia. Esa depresión lo llevó a manifestar que no compondría más, pero con el apoyo de sus amigos, lentamente abordó la tarea, que fue una forma de salir de la tristeza, ir componiendo la ópera, nota a nota. En 1841 ya la había finalizado, superando la angustia y afianzando su labor de compositor y creador musical para el resto de su vida.
Nabucco se estrenó en 1842 en la Scala de Milan, con muy buena acogida, pronto se presentó en Viena, Lisboa, Barcelona, Berlín, llegó en 1848 a Nueva York y es representada regularmente en la Metropolitan Opera hasta nuestros días. En Buenos Aires, Argentina, donde la colectividad italiana había impulsado la construcción del Teatro Colón, se estrenó en 1850. El éxito de Nabucco colocó a Verdi en el protagonismo operístico y ya no se separó del bel canto como forma de vida y consagración artística.
Nabucco actúa como catalizador de una crisis emocional, como receptor de los ideales unionistas que se vivían en Italia en esa época, y como vehículo afianzador de la vocación operística de Verdi que comenzó a tomar muy en cuenta los contratos, los aspectos financieros y la selección de temas y música.
La obra, con libreto de Temistocle Solera, se basa en el Antiguo Testamento y en la obra Nabucodonosor de los escritores Anicete Bourgeois y Francis Comue, con una base bíblica y un relato histórico entramado, a su vez el texto invita a la identificación con el pueblo judío y sus anhelos de independencia y a la apreciación de los hechos que vivía Italia en esos momentos. Hasta hoy, el coro de los esclavos judíos «Vuela pensamiento, en alas dorados» es un himno de libertad reconocido mundialmente.
En la etapa de sus operas tempranas Verdi aprendía, tanteaba, arriesgaba y se apoyaba en los cánones tradicionales, los coros se imponían y la orquestación se volvió cada vez más original. Algunos aspectos aparecen en esta obra que está dividida en cuatro partes: Parte I: Jerusalem (Templo). Parte II: El Impio (Palacio de Babilonia). Parte III: La Profecia (Babilonia). Parte IV: El ídolo caído (Babilonia), buscando siempre un hilo conductor entre música e historia.
La versión del Teatro Real que se presentará los primeros días de julio 2022 será interpretada por tres elencos de grandes voces que darán vida al relato musical. El drama verdiano está situado en un espacio simbólico diseñando por el escenógrafo Wolfgang Gussmann, quien también firma el suntuoso vestuario junto a Susana Mendoza.
Vivir la experiencia de Nabucco en el Teatro Real tendrá una doble significación: recordar el debut de este gran teatro que marca pautas operísticas en la actualidad para volver a escuchar una opera tan aclamada y reconocida, en momentos que Europa sufre los avatares de una guerra en tierras cercanas. Los aires de libertad y autodeterminación de los pueblos retornan, en el célebre coro de Verdi.
Mayores informaciones en la página web de Teatro Real o en la taquilla del teatro. Gozar de esta representación en julio con la posibilidad de quince funciones es un privilegio que los amantes de la música y el canto, sin duda agradecerán.