La Dirección de Área Territorial (DAT) Este de la Comunidad de Madrid ha comunicado al CEIP Menéndez Pidal de Coslada, único centro de escolarización de motóricos de ese municipio, la supresión de una unidad de Educación Infantil de tres años por haber recibido treinta solicitudes para dicho curso, con lo que el aula quedaría condenada a elevar la ratio con el alumnado de necesidades educativas específicas que, en cualquier momento, deban matricular.

Al conocer esta decisión, la Federación de Empleados de Servicios Públicos (FeSP) de UGT considera que, en las actuales circunstancias, con la recomendación de bajar ratios y mantener la distancia de seguridad, «la Consejería debería aumentar el número de grupos para garantizar la salud de las comunidades educativas, en lugar de optar por suprimir unidades y mantener las ratios máximas».

En el mencionado caso de Coslada se dan, además, situaciones paradójicas, como el hecho de que el colegio concertado «Virgen del Henar», mantenga dos unidades de cuatro y cinco años con veinticinco y veintinueve alumnos, respectivamente, mientras que con treinta solicitudes se reduce una en el CEIP Menéndez Pidal.

UGT ha solicitado a la Consejería de Educación del Gobierno regional el aumento de unidades, tal y como se recomienda desde el Estado, para poder garantizar las medidas establecidas para la contención de la COVID-19 y el distanciamiento entre personas establecidos en los diferentes protocolos, así como el mantenimiento de las dos unidades del CEIP Menéndez Pidal de Coslada para las treinta familias que lo han elegido como primera opción, y que no tengan cinco de ellas que desplazar a sus hijos a centros que les dificulten la organización familiar.

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