El Gobierno de Grecia está retirando las ayudas económicas y deja sin acceso a refugio, protección o atención médica adecuada a más de once mil beneficiarios de protección internacional con graves problemas de salud y en una situación de extrema vulnerabilidad, a pesar de tener reconocido su estatuto de refugiados.

MSF pide que se suspendan los desalojos de las personas más vulnerables, entre los cuales hay víctimas de violencia sexual, tortura y malos tratos, así como muchos ancianos y personas con enfermedades crónicas, que está llevando a cabo el gobierno griego para descongestionar los abarrotados campos de las islas griegas.

«Tenemos muchos pacientes con afecciones médicas graves que están siendo abandonados a su suerte. También estamos atendiendo a varias mujeres cuyos embarazos se encuentran en etapas muy avanzadas y que se han visto obligadas a dormir en la Plaza Victoria, en el centro de Atenas», explica Marine Berthet, coordinadora médica de MSF en Grecia.

En junio pasado, una paciente de MSF extremadamente vulnerable murió de un paro cardíaco poco después de ser amenazada con ser desalojada: «Era parapléjica y tenía múltiples afecciones médicas graves, como diabetes y enfermedades cardiovasculares; sin embargo, ya había sido amenazada con el desalojo en múltiples ocasiones», afirma Berthet, quien informa de que ¨tras las últimas amenazas de desalojo, su familia la trasladó al campamento de Schisto, donde su hijo compartía contenedor con otras doce personas. Dos días después sufrió un paro cardíaco y murió».

Al menos otros treinta pacientes de MSF con afecciones médicas graves han sido desalojados o han recibido notificados de desalojo. Todos ellos se enfrentan ahora a la posibilidad de quedarse sin hogar y sin asistencia económica.

«El caso de Hadla, la mujer que murió, es solo la punta del iceberg», dice Berthet: «Tenemos pacientes con cáncer, víctimas de tortura, madres solteras con enfermedades crónicas y mujeres en etapas avanzadas del embarazo que se quedan en la calle sin recibir ningún tipo de apoyo».

A muchos pacientes de MSF con enfermedades crónicas graves les han retirado sus pertenencias de los alojamientos en los que se encontraban y les han dicho que deben irse, sin ninguna indicación de a dónde deben ir y mientras que el apoyo económico que recibían se ha visto suspendido.

Como consecuencia, las plazas de la ciudad se están llenando de refugiados vulnerables, incluidos niños, mujeres embarazadas, recién nacidos, personas con enfermedades crónicas graves y víctimas de tortura y violencia sexual.

En junio de este año, el Ministerio de Migración y Asilo de Grecia se comprometió a reducir el gasto del programa de vivienda para solicitantes de asilo hasta en un treinta por ciento. Esto a pesar de que en febrero, el Gobierno griego recibió fondos de la Unión Europea para ampliar el programa de alojamiento para refugiados y solicitantes de asilo en la Grecia continental, una ampliación que hasta ahora no se ha producido.

Para atender a los cientos de refugiados que duermen en las calles de la Plaza Victoria, MSF está derivando a los más necesitados de atención médica a su Centro de día de la capital griega: «sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos, somos plenamente conscientes de que las necesidades más básicas de los refugiados no están siendo cubiertas», asegura Berthet.

MSF hace una petición urgente al Gobierno griego, a la UE y a todas las organizaciones involucradas para que encuentren soluciones inmediatas de alojamiento para los refugiados que actualmente duermen en las calles de Atenas, y solicita al Gobierno griego que detenga los desalojos de los refugiados hasta que todas las barreras administrativas para la integración y el acceso a la atención médica hayan sido levantadas.

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