El Gobierno de España advierte de una transformación estructural en el Sistema Nacional de Salud (SNS) marcada por el aumento sostenido de la participación privada, según detalla un nuevo informe del Ministerio de Sanidad hecho público por el Consejo de Ministros este 9 de diciembre 2025.

El documento revela que hospitales, aseguradoras y empresas sanitarias privadas concentran ya una parte creciente de la actividad asistencial financiada con fondos públicos, un fenómeno que —tal como ha venido informando Aquí Madrid en análisis sobre la erosión del acceso universal a la salud— amenaza la capacidad del sistema para planificar, garantizar equidad y orientar recursos al interés general.

El Ministerio alerta del avance de la gestión privada en el SNS

El Informe 2025 sobre la evaluación de la sanidad privada en el sistema sanitario de España, publicado por el Ministerio de Sanidad, confirma un giro profundo en la arquitectura del sistema público: lo que comenzó como una colaboración puntual se ha convertido en una práctica estructural.

El Ministerio sostiene que este desplazamiento «implica desviar una parte creciente del presupuesto público a empresas cuya lógica responde al beneficio, no al interés general» .

Entre 2011 y 2023, los hospitales privados integrados en el SNS aumentaron de 106 a 145, un crecimiento del 36,8 por ciento, hasta representar tres de cada diez centros del sistema. Este incremento se refleja también en la dotación asistencial: las camas privadas dentro del SNS subieron del 13,7 al 17,8 por ciento y los quirófanos del 8 al 10,7 por ciento, con especial concentración en Cataluña y Navarra.

Este contexto enlaza con investigaciones previas publicadas en Aquí Madrid, como el análisis sobre la externalización de servicios sanitarios y su impacto en la equidad territorial, donde se señalaba el aumento del peso de operadores privados en regiones con infraestructuras mixtas.

Más gasto público para centros privados

El informe subraya un aumento notable del flujo de recursos públicos hacia centros privados, tanto integrados en el SNS como externos a la red pública.

En 2023:

  • El 34,6 por ciento de las estancias hospitalarias en centros privados no pertenecientes al SNS fueron financiadas con dinero público.
  • El sistema pagó el 21 por ciento de las cirugías mayores ambulatorias y de las sesiones de hospitalización de día en estos centros.
  • El gasto total en hospitales privados del SNS aumentó un 84,6 por ciento desde 2011, hasta alcanzar 4,8 mil millones de euros, el mayor incremento dentro del sistema hospitalario.

Pese a esta expansión, el Ministerio concluye que no existen evidencias de mejoras significativas en eficiencia o resultados de salud asociadas a la colaboración privada, una cuestión ya debatida en trabajos como el seguimiento del gasto sanitario y los resultados en salud pública.

La sanidad pública sostiene la atención más compleja

El análisis identifica una clara asimetría en la distribución de la carga asistencial. En los diagnósticos más frecuentes —infecciones respiratorias, traumatismos o seguimientos de quimioterapia— entre el 70 y el 80 por ciento de los episodios se atienden en centros públicos.

Pero es en los procesos de alta complejidad donde el papel del SNS resulta determinante:

  • Más del 95 por ciento de los tratamientos de mayor coste, como los trasplantes, la atención a grandes quemados o los cuidados neonatales de muy bajo peso, se hacen en hospitales públicos.

Riesgos estructurales señalados por Sanidad

El Ministerio identifica cinco riesgos principales derivados del crecimiento de la gestión privada:

  1. Fragmentación de la red asistencial, dificultando la continuidad de cuidados.
  2. Brechas salariales y laborales, que incrementan la rotación y reducen la estabilidad profesional.
  3. Pérdida de capacidad pública de planificación, esencial para anticipar necesidades sanitarias.
  4. Sobrecostes y falta de trazabilidad en la facturación, que comprometen el control del gasto.
  5. Atención selectiva por parte del sector privado, concentrada en procesos de menor complejidad y mayor rentabilidad.

El Ministerio enfatiza que esta dinámica debilita los principios fundacionales del SNS: universalidad, cohesión, equidad y calidad.

Expansión del seguro privado y cambio de hábitos asistenciales

Según el informe, el aseguramiento privado vive un crecimiento acelerado: en 2024 lo utilizaba el 32,6 por ciento de la población, casi el doble que en 2018. Los incrementos más pronunciados se registran en Extremadura, Ceuta, Cantabria y la Comunidad Valenciana.

La pandemia de COVID-19 actuó como punto de inflexión, impulsando la contratación de pólizas ante la saturación del sistema público y el aumento de los tiempos de espera.

Sin embargo, pese a este auge, la preferencia ciudadana se mantiene del lado de los servicios públicos, especialmente en atención primaria, urgencias e ingresos hospitalarios.

Objetivo del Ministerio: reforzar la sanidad pública

El informe concluye que el SNS continúa siendo el principal garante del derecho a la salud, pero la tendencia actual compromete su capacidad de asegurar equidad y sostenibilidad. Por ello, recomienda:

  • Refuerzo de auditorías y controles sobre la actividad privada financiada con fondos públicos.
  • Obligación de publicar indicadores clínicos por parte de centros concertados.
  • Promoción de la gestión pública directa como modelo preferente para mejorar resultados y optimizar recursos.

Una conclusión alineada con los debates que Aquí Madrid ha impulsado sobre la defensa del sistema público, como el análisis reciente sobre las consecuencias de la privatización progresiva del modelo sanitario.

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